Estados Unidos ordenó la salida de la mayoría de los empleados diplomáticos de Ucrania ante la amenaza de un ataque ruso inminente contra ese país, informó la Embajada estadounidense en Kiev.
“El 12 de febrero, el Departamento de Estado ordenó la salida de la mayoría de los empleados estadounidenses de contratación directa de la Embajada de Kiev debido a la continua amenaza de una acción militar rusa”, señaló la legación en una nueva alerta de viaje para Ucrania.
La Embajada señaló que se trata de personal “que no es de emergencia“, es decir no esencial, y que se evacúa la delegación por la acumulación de tropas rusas en la frontera con Ucrania, que genera “potencial para una acción militar importante”.
Indicó además que, a raíz de esta medida a partir de este domingo “se suspenderán los servicios consulares en la Embajada de Estados Unidos en Kiev“.
“La Embajada mantendrá una pequeña presencia consular en Lviv (en el oeste del país) para manejar emergencias, pero no podrá proporcionar pasaportes, visas o servicios consulares habituales”, señaló la legación.
Estados Unidos urgió a sus ciudadanos a salir de Ucrania en las próximas 24 a 48 horas ante el riesgo “inminente” de una posible invasión rusa, que a su juicio podría comenzar con “bombardeos aéreos y ataques de misiles” y podría producirse incluso la próxima semana.
“Los ciudadanos estadounidenses no deben viajar a Ucrania, y los que se encuentran en Ucrania deben partir de inmediato utilizando opciones de transporte comerciales u otras opciones de transporte privadas disponibles”, recalcó hoy la Embajada.
El pasado 23 de enero el Departamento de Estado ya había autorizado la salida voluntaria de los empleados de contratación directa de Estados Unidos y ordenó la salida de los familiares.
“Las condiciones de seguridad, particularmente a lo largo de las fronteras de Ucrania, en la Crimea ocupada por Rusia y en el este de Ucrania controlado por Rusia, son impredecibles y pueden deteriorarse sin previo aviso”, advierte Estados Unidos.
Washington reiteró además que no podrá ayudar a los estadounidenses que permanezcan en Ucrania en caso de una invasión rusa.
“Los ciudadanos estadounidenses en Ucrania deben saber que el Gobierno de Estados Unidos no podrá evacuar a los ciudadanos estadounidenses en caso de una acción militar rusa en cualquier lugar de Ucrania. La acción militar puede comenzar en cualquier momento y sin previo aviso y también afectaría gravemente la capacidad de la Embajada a brindar servicios consulares, incluida la asistencia a los ciudadanos estadounidenses que salen de Ucrania”, afirma en el aviso.
El Reino Unido, Noruega y Dinamarca también pidieron a sus ciudadanos abandonar Ucrania mientras todavía haya medios comerciales disponibles para hacerlo, mientras que España aseguró que tiene preparado el dispositivo de evacuación de españoles por si hubiera que activarlo.
La Unión Europea (UE) a su vez ha decidido permitir al personal “no esencial” de su representación diplomática en Kiev salir de Ucrania.
El Gobierno de Japón contempla relajar este mes su veto a la entrada de extranjeros en el país, según dijo el primer ministro nipón, Fumio Kishida, con lo que se permitiría el acceso de estudiantes y viajeros de negocios de forma gradual.
El archipiélago nipón mantiene cerradas sus fronteras a la entrada de viajeros foráneos desde finales del pasado noviembre, y sólo permite el acceso de ciudadanos japoneses y de residentes extranjeros.
El Ejecutivo nipón optó por ese blindaje fronterizo para tratar de frenar la propagación de ómicron, una medida que afectó principalmente a estudiantes extranjeros y viajeros de negocios, ya que Japón también impide la entrada de turistas foráneos desde 2020.
El Gobierno contempla ahora permitir la entrada de estudiantes extranjeros y personas con visados de trabajo de corta y media duración, para quienes se fijará un cupo diario de acceso al país, según adelantaron los medios nipones.
“Nos gustaría avanzar a la hora de considerar la relajación de las restricciones”, dijo Kishida, quien añadió que las autoridades niponas “tendrán en cuenta las pruebas científicas acumuladas sobre ómicron, los cambios en la situación de contagios dentro y fuera de Japón y las medidas fronterizas de otros países”.
Se espera que la próxima semana se anuncien los detalles de la relajación de las actuales medidas fronterizas, que están vigentes hasta finales de febrero.
Los posibles cambios en el cierre de fronteras que aplica Japón llegan tras haberse intensificado las presiones sobre el Ejecutivo por parte de patronales de empresas extranjeras y japonesas, que vienen sufriendo la falta de trabajadores especializados.
Asociaciones de estudiantes y universidades internacionales también vienen denunciando desde hace meses la dureza de la política migratoria nipona, que ha dejado en el aire los planes de miles de personas que aspiraban a cursar estudios o participar en programas de intercambio y formación en Japón.
El blindaje fronterizo nipón no ha impedido la penetración de ómicron en el país, afectado desde principios de enero por la sexta y mayor ola de contagios hasta la fecha que ha llegado a dejar más de 100 mil infecciones diarias, aunque esta cifra parece haberse estabilizado en los últimos días.
Fuente: López Dóriga