Helvia Martínez Verdayes, modelo para la escultura de la Diana cazadora, falleció ayer a los 100 años. El monumento, que sobrevivió a la censura y al misterio del anonimato, se convirtió en una de las figuras más simbólicas del país y de la libertad de las mujeres.
La famosa representación de la diosa romana desató la furia del sector conservador de la sociedad mexicana cuando se inauguró en 1942. Durante décadas permaneció en secreto la identidad de la joven de 19 años cuya figura retomó el escultor Juan Fernando Olaguíbel para embellecer la fuente, hoy uno de los símbolos más emblemáticos de la Ciudad de México, diseñada por el arquitecto Vicente Mendiola Quezada.
La secretarías de Cultura federal y de la Ciudad de México, así como el canciller Marcelo Ebrard, expresaron en redes sociales sus condolencias por el fallecimiento de Helvia Martínez con una imagen de la modelo posando junto a la icónica escultura que hoy se ubica sobre la avenida Paseo de la Reforma.
El título original de la estatua es La flechadora de las estrellas del norte, y fue inaugurada por el presidente Manuel Ávila Camacho. El gobierno del entonces Departamento del Distrito Federal (DDF) adquirió la efigie como parte de un programa para modernizar y embellecer la capital. Originalmente, la fuente monumental que hace de pedestal de la estatua se ubicaba cerca de la entrada del Bosque de Chapultepec.
Un año después, su autor fue obligado a colocarle un calzoncillo de bronce, ante las protestas de la Liga de la Decencia, integrada por señoras de la alta sociedad y extremadamente católicas, y encabezada por Soledad Orozco, esposa del presidente.
En el convulso año de 1968, llegó a la regencia del DDF el político hidalguense Alfonso Corona del Rosal, posteriormente acusado de ser uno de los principales represores del movimiento estudiantil. Corona del Rosal aceptó la solicitud de Juan Olaguíbel de retirar la prenda de metal a la Diana cazadora. No obstante, los encargados del proceso le provocaron daños, por lo que el regente mandó hacer una réplica, la cual permanece en Paseo de la Reforma.
En tanto, la original se instaló en el Jardín Principal del municipio de Ixmiquilpan, Hidalgo, pueblo natal de Olaguíbel.
La Diana cazadora quedó inmortalizada en el cine mexicano: en el filme Los Caifanes le colocan prendas de vestir, y en El azteca, Ernesto Gómez Cruz la besa.
La modelo que inspiró la escultura no recibió ninguna paga por posar desnuda y la fama le llegó de manera tardía. Fue la propia Helvia Martínez quien en 1992 reveló que era ella la musa del monumento de bronce. Relató su historia personal en el libro El secreto de la Diana Cazadora y en diversas entrevistas. “No me arrepiento”, declaró un día después de cumplir 98 años.
Desde muy joven comenzó a trabajar de secretaria en Petróleos Mexicanos (Pemex), en la oficina de Vicente Mendiola, amigo del escultor.
En esa época, en plena Segunda Guerra Mundial, de acuerdo con relatos del periodista Alberto Tavira, ayudó a descifrar telegramas de ataques a buques mexicanos gracias a sus conocimiento de mecanografía.
En 2016, el gobierno de la Ciudad de México le otorgó el reconocimiento Alas de la Ciudad. Entonces, expresó el gran honor que sentía, pues la distinguía la urbe en la que nació y vivió.
Helvia Martínez Verdayes también posó para la Fuente de petróleos, asimismo obra de Olaguíbel y Mendiola. Instalada en la glorieta de Anillo Periférico y Paseo de la Reforma, este monumento conmemora la expropiación del petróleo en México que decretó el presidente Lázaro Cárdenas del Río.
Helvia Martínez Verdayes fue la segunda esposa del ingeniero y político sonorense Jorge Díaz Serrano, quien se desempeñó como director de Pemex entre 1976 y 1981.
Fuente: La Jornada