El presidente del Tribunal Universitario de la UNAM, Raúl Eduardo López Betancourt, ha enfrentado este viernes su primera audiencia acusado de trato cruel y hostigamiento sexual a una alumna. La víctima, M. L. O. S., lo denunció ante la Fiscalía General de la República por varios encuentros que tuvieron lugar en 1999, 2019 y 2020. En una de las ocasiones, según ha manifestado la Fiscalía en el juicio, el profesor de Derecho le dijo: “Tienes muy buenas nalgas para estar en mi cama y no para andar de revoltosa”. Tras revelar la situación, la mujer ha afirmado que recibió amenazas porque “con el doctor no se juega”. Después de presentar las pruebas, el juez ha concedido un plazo de seis días para decidir si el catedrático es vinculado a un proceso judicial. También ha dictado medidas cautelares para la víctima, a quien López Bentancourt no se puede acercar ni con quien tampoco puede comunicarse.
En una sala pequeña y fría ha empezado el proceso judicial contra uno de los más altos funcionarios de la principal universidad de México. La audiencia ha comenzado con más de una hora de retraso por los problemas técnicos del juzgado, que permitía el formato híbrido del juicio. La víctima, vestida de negro, ha decidido seguir el caso desde la sala de testigos protegidos, acompañada de su abogada y una psicóloga de la Fiscalía. El acusado, el doctor López Betancourt, no ha llegado al Centro del Poder Judicial, debido a una reciente operación quirúrgica. Con camisa blanca y respaldado por seis defensores particulares se ha conectado en remoto.
La Fiscalía Especializada para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres ha pedido al juez Gustavo Aquiles que vincule al catedrático a un proceso judicial por el presunto hostigamiento sexual agravado y trato cruel y degradante que infligió durante años contra M. L. O. S. Según el relato de la víctima, ella enfrentó el primer problema con López Betancourt cuando todavía era alumna de la licenciatura de Derecho de la UNAM.
Han pasado 23 años, pero M. L. O. S. recuerda que el 20 de abril de 1999, vestía un pantalón beige apretado en la cintura y una camiseta de tirantes un poco transparente, tampoco olvida que notó la mirada pesada del docente a las puertas de la Facultad cuando estaba en un evento de protesta con unos compañeros. Entró en el edificio hacia los baños del primer piso, y antes de subir las escaleras, él le dijo: “Con esos senos tan erectos lo único que vas a parar es a los hombres”. Ella “se quedó muda al escucharlo”.
Dos décadas después, ya como alumna de posgrado de la especialidad de Derecho Constitucional, M. L. O. S. volvió a encontrarse con López Betancourt, quien había sido entonces elegido como presidente del Tribunal Universitario de la UNAM. El 23 de octubre de 2019, alrededor de las 06.50, un poco antes del inicio de su primera clase, la víctima dijo haberse cruzado con el decano, que le dijo la frase “tienes muy buenas nalgas para estar en mi cama y no para andar de revoltosa”, y añadió: “Pinches viejas por eso las matan”. Este comentario fue confirmado por una testigo, compañera de clases de la víctima, A. L. H. E., que apostilló ante la Fiscalía que el docente venía despotricando de otra persona que había interpuesto una queja contra él. “Y yo soy decano”, habría dicho.
Acusado de hostigamiento el encargado de proteger del acoso a las alumnas
A principio de 2020, la UNAM enfrentaba una de las mayores protestas estudiantiles por los incidentes de abusos sexuales y violencia de género dentro de la universidad. Hubo paros y plantones en un gran número de facultades hartas de las agresiones. Desde que se activó el protocolo contra la violencia de género en 2016 en la institución, se han puesto un millar de denuncias por abuso y acoso sexual. López Betancourt encabezó varias de esas protestas y realizó mítines bajo el título “Por una universidad libre de acoso”. Como presidente del Tribunal Universitario era el encargado de proteger a las alumnas que sufrían este tipo de violencias y de perseguir a los agresores.
En una conferencia que daba el académico el 11 de febrero de 2020, M. L. O. S., se decidió a acusarlo a viva voz de hostigamiento sexual y de extorsiones. Después del incidente de 2019, la mujer había denunciado públicamente a López Betancourt, y este quien reaccionó demandándola por daño moral: le pedía un millón de pesos mexicanos. También la quiso llevar al Tribunal Universitario, que él mismo presidía, para exigir su expulsión de la facultad. El alto funcionario se defendió y acusó que todo era un montaje para desestabilizar a la UNAM.
Unos días después, el 23 de febrero, la víctima volvió a encontrarse con López Betancourt. Esta vez en el estacionamiento reservado para los profesores, alrededor de las 11.30. En su acusación, la Fiscalía ha detallado que él, además de mirarla de forma “sucia y lasciva”, le gritó: “Zorra, no te queda claro que no vas a lograr nada”. Posteriormente, M. L. O. S. asegura que fue amenazada por un hombre con pistola quien le dijo que tuviera cuidado porque “con el doctor no se juega”.
Desde esos episodios, varios psiquiatras y psicólogos recogidos por la Fiscalía afirman que la víctima sufre estrés postraumático. Los fiscales, además, han recordado al juez el desequilibrio de poder entre ambas partes, porque mientras M. L. O. S. se trató en todo momento de una estudiante, López Betancourt era docente a tiempo completo, consejero técnico de la universidad, presidente del Tribunal Universitario y fue también decano de la Facultad de Derecho. Estos cargos de servidor público son en los que se basa la Fiscalía para pedir la agravante en el hostigamiento sexual. “Concibió a la víctima como un objeto sexual”, ha leído este viernes una agente del ministerio público, “y trató de infringir una humillación a la mujer”. En esta primera audiencia se han repetido los conceptos de misoginia, violencia de género, lenguaje sexista o el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.
Amigo de los senadores Miguel Ángel Mancera o Ricardo Monreal, desde que se dieron a conocer estas acusaciones, López Betancourt ha recibido la más alta condecoración del Estado de Guerrero, la presea Sentimientos de la Nación, y el respaldo del actual rector de la UNAM, Enrique Graue, a quien en 2020 la víctima envío una carta detallando la situación de acoso. El decano también ejerció como abogado particular del exgobernador de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, acusado de abusos y agresiones sexual, en su intento porque el Instituto Nacional Electoral (INE) no tumbara su candidatura en las elecciones del pasado 6 de junio.