Luego de que el ejército ruso ingresara a Ucrania, la UEFA anunció que se retiraría a San Petersburgo de la final de la Champions League que se llevaría a cabo el 28 de mayo, moviéndola a Paris. Además de esto la Fórmula 1 canceló el Gran Premio de Rusia que se tenía planeado para septiembre.
Otras situaciones se han desprendido de este conflicto, por ejemplo: Tony Parker, jugador de basquetbol alemán anunció que no asistirán jugar a Rusia y que eso se encuentra fuera de toda discusión pues es una decisión que va más allá del deporte.
También se anunció que para los juegos paralímpicos se le advirtió a Rusia que no podría utilizar su nombre, bandera e himno nacional, sino que competirán bajo las siglas CPR.
¿CÓMO PODRÍA AFECTAR ESTO?
Según el geopolítico Lukas Aubin, actualmente el mundo del deporte se encuentra en una situación que no se vivía desde la Segunda Guerra Mundial ya que muchos equipos se reúsan a jugar partidos eliminatorios en Rusia.
Originalmente en la Carta Olímpica está estipulado que las instituciones deportivas deben ser apolíticas, sin embargo, esto no siempre se ha respetado ya que en ocasiones anteriores países fuertes han tomado decisiones contra otros más débiles.
Se teme que esta vez no pueda ser así y que, por ser Rusia, algunos argumenten no poder tomar parte, sin embargo, ante una situación de tal magnitud como la que se está viviendo, existe la posibilidad de que se dé una ruptura que marcará precedentes.
LA INFLUENCIA DE RUSIA EN EL DEPORTE
Actualmente existen diversas instituciones deportivas y federaciones dirigidas por rusos, como la Federación Internacional de Ajedrez o la Federación Europea de Judo, además de los ‘oligarcas de bolsillo’, rusos que Putin movilizó a inicios de los 2000 para invertir en el deporte mundial.
Esto con la idea de expandir la influencia rusa en el extranjero a través del deporte, según Aubin esto era una meta política con el objetivo de mejorar la imagen de Rusia y que hoy es una herramienta de influencia.