El regulador ruso de las comunicaciones, Roskomnadzor, prohibió hoy la distribución en el país de publicidad del gigante tecnológico Google y de sus productos, por “numerosas violaciones” de la ley por parte de su servicio de video YouTube con relación a la denominada “operación especial militar” en Ucrania.
En un comunicado, la agencia reguladora señaló que por estas violaciones ha decidido introducir “medidas coercitivas de carácter informativo y económico”.
Roskomnadzor impone en concreto una “prohibición a la distribución de publicidad de Google LLC y de sus recursos de información como objeto de publicidad”, indica.
Además, Rusia pretende que buscadores de internet, como la rusa Yandex, informen a los usuarios sobre las “violaciones” de la compañía tecnológica dirigida por Sundar Pichai.
Roskomnadzor considera que YouTube se ha convertido en una plataforma clave para la “difusión de noticias falsas sobre la marcha de la operación especial militar”, como denomina Rusia su ofensiva en Ucrania, y desacreditar a las Fuerzas Armadas rusas.
“Adicionalmente, YouTube no lucha contra la difusión de información por parte de organizaciones extremistas, tales como el Sector Derecho y el regimiento nacionalista de Azov (de Ucrania)”, sostiene el regulador ruso de las comunicaciones.
Éste afirma que, hasta la fecha, Google o YouTube no han eliminado más de 12,000 materiales de este tipo pese a las advertencias.
Asimismo, sostiene que desde abril de 2020 se han identificado unos 60 incidentes relacionados con la “discriminación” por parte de YouTube con respecto al contenido de medios rusos, el gobierno, organizaciones públicas y deportivas y personalidades.
Roskomnadzor se queja especialmente por el “bloqueo” de cuentas asociadas con medios estatales rusos como Russia Today, Rossía 24, Sputnik, el canal del Ministerio de Defensa Zvezda, RBC, NTV (cadena de televisión de Gazprom Media) y “muchos otros”.
El regulador indicó de que las prohibiciones estarán vigentes hasta que Google subsane “completamente” las violaciones de la ley rusa.
Fuente: Forbes