En un breve discurso, habló de la necesidad de innovar en un momento de desafíos sin precedentes para el mundo y para Francia, y dijo que su segundo mandato sería “nuevo” y no una mera continuación de sus primeros cinco años de gobierno.
“Tenemos que inventar juntos un nuevo método, lejos de tradiciones y rutinas cansadas, con el que podamos construir un nuevo contrato productivo, social y ecológico”, dijo, con la promesa actuar con “respeto” y “consideración”.
Destacó la amenaza que supone la invasión rusa a Ucrania, así como las preocupaciones medioambientales a nivel global.
Entre los 500 invitados presentes en su toma de posesión se encontraban los ex presidentes François Hollande y Nicolas Sarkozy, los ex primeros ministros Edouard Philippe, Manuel Valls, Alain Juppe y Jean-Pierre Raffarin, así como líderes religiosos y otras figuras del Estado.
Hollande, que dio su apoyo a Macron en la segunda vuelta del 24 de abril, dijo a los periodistas tras el acto que el mandatario no podía permitirse reproducir los “métodos de ayer”.
“Lo que hemos notado en estas elecciones es que hay más ciudadanos que han votado por rechazo, más que por esperanza”, dijo.
Macron, de 44 años, es el primer presidente que no pertenece a un gobierno de coalición que es reelegido desde la formación de la Quinta República en 1958.
El nuevo mandato de Macron comienza formalmente la noche del 13 de mayo y su primer ministro, Jean Castex, sigue en el cargo por el momento.