Para las mujeres de Guerrero la espera terminó. Las niñas que son víctimas de violación no serán obligadas a parir desde los nueve años ni a truncar su futuro por la maternidad, y ninguna mujer terminará en prisión por rechazar embarazos no deseados. El terror de recurrir a la clandestinidad, poner en riesgo su vida y la criminalización, terminaron ayer.
Tras 15 años de desacatos y resistencia legislativa, el Congreso local aprobó despenalizar el aborto y permitir que las guerrerenses decidan sobre su cuerpo y su maternidad de forma segura, libre, gratuita y legal.
Sin terminar en prisión por ejercer sus derechos.
“Hoy, en Guerrero, rompemos con el estigma. Las mujeres pueden decidir sobre su cuerpo. La maternidad es por decisión, nunca más por obligación. Se acaba la criminalización y la persecución social en contra de las mujeres por sus derechos reproductivos”, dijo desde tribuna la diputada Beatriz Mojica, principal impulsora de esta iniciativa que tras tres lustros, finalmente logró pasar al pleno para su votación.
La sesión no fue sencilla. A pesar de tratarse de la entidad con los mayores índices de violación del país, de ser la cuarta entidad con mayor número de muertes por abortos y la sexta con más muertes maternas entre 2002 y 2017, hubo quienes seguían defendiendo las creencias religiosas y las críticas sociales, por encima de la vida, la seguridad, la salud y la dignidad de las guerrerenses.
“Si hoy aprobamos este dictamen le estaremos respondiendo a la niña de nueve años que es obligada a parir como consecuencia de una violación, le estaremos respondiendo a la mujer que fue víctima de violencia institucional y que no pudo acceder a una interrupción del embarazo segura y oportuna; le estaremos respondiendo a Aurelia, una joven indígena en prisión acusada de homicidio tras tener un parto fortuito.
“¿Vale la pena seguir criminalizando a las mujeres que no tienen la posibilidad de un parto digno? ¿Vale la pena seguir quitándole la infancia a niñas por obligarlas a ser mamás?”, cuestionó la diputada Citlali Calixto.
La diputada Nora Velázquez no se quedó atrás, subió a tribuna y lanzó un posicionamiento que fue aplaudido por las feministas que esperaban en las inmediaciones del Congreso y las que lo seguían desde redes sociales.
“No vengan a decir que con esta reforma se promueve el aborto, interrumpirá su embarazo quien así lo decida, no vengan con argumentos falaces que encubren adoctrinamiento y recriminación religiosa para echarnos en cara que las mujeres debemos ser sumisas y aceptar la voluntad sumisa de un violador. No vengan aquí a justificar la violación, el abuso y la violencia hacia las mujeres como consecuencia divina, nosotras decidimos porque somos dueñas de nuestro cuerpo”.
Pero la bancada del PRI, la única diputada del PAN fiel al rechazo de su partido hacia los derechos de las mujeres y la sorpresiva diputada del PRD que pese a su afiliación a un partido de izquierda dejó claro su voto en contra, hablaron de la muerte, del abuso de las libertades, y hasta de quienes se violan la ley y se la pasan por los ovarios y los testículos.
Así, la diputada Ana Lenis Reséndiz, la única panista en el Congreso guerrerense advirtió que “abortar es matar” y sostuvo que existen evidencias científicas sobre esto, y al estilo de los legisladores federales de Morena, amagó a ese partido con ser juzgados por la sociedad tras aprobar la interrupción del embarazo.
“Saben que en Guerrero, la mayoría están a favor de la vida y rechazan que ahora la violencia se ejerza con otra, dejo la conciencia y responsabilidad de cada uno de los diputados y diputadas que aprobarán el presente dictamen pues será consentir y validar la violencia. No tengan la menos duda de que la ciudadanía vigila nuestro actuar y tienen claro los nombres y apellidos de quienes deberán asumir las consecuencias de sus actos”.
“Pero aquí, nosotros somos las voces de ustedes, nos dijeron que somos unos novatos el diputado Jesús Parra y su servidora, sí soy novata pero aún no me he pasado la ley por mi ovarios ni ha pasado la ley por los testículos del diputado Parra, estamos haciendo lo mejor por ustedes”.
Mientras la única diputada del PRD que se resistió a apoyar este derecho, Yanelly Hernández, sostuvo que ninguna mujer “tiene derecho a matar”, por lo acusó que esta ley no se trata de libertades.
A la serie de acusaciones, que las diputadas de Morena calificaron como “insultos a la inteligencia de las mujeres” llegaron las del PRI, el partido que durante décadas detuvo esta iniciativa cuando mantenían la mayoría legislativa y podían retrasar la libertad de las guerrerenses.
Julieta Fernández se sumó a las teorías de conspiración y acusó que existe un financiamiento de mil 700 millones de pesos por parte de médicos y farmacéuticas, para legalizar el aborto.
“Estamos de luto, porque hay un plan en todo el país para asesinar a multitud de niños. Estas ideologías del gobierno en turno arrastran a las mujeres a matar a sus propios hijos y terminan muertas en vida porque no es la solución para ellas”.
Pero los reclamos de la oposición que perdió los privilegios de imponer su mayoría no fueron suficientes. El aborto es ley y las mujeres en Guerrero podrán decidir sobre su futuro.
Con esta iniciativa, se despenaliza el aborto antes de las 12 semanas y para aquellas mujeres que decidan hacerlo después de las 13 semanas, se impone como excepción penal la violación, si el producto tiene malformaciones, si está en riesgo la vida de la mujer o si una autoridad le negó acceder a este derecho previamente. Las penas además, se reducen de seis meses a dos años, cuando anteriormente preveían tres años de prisión.
Además, aquellas mujeres que recurran a este derecho por violación o inseminación artificial sin su consentimiento, tampoco tendrán la obligación de presentar una denuncia penal para poder acceder a este proceso.
Las mujeres de Guerrero no tendrán que poner en riesgo su vida, cantidad grandes cantidades de dinero, ingerir medicamentos químicos peligrosos o pensar en el suicidio, tampoco se verán forzadas a ser madres en el momento en que un violador o la sociedad así lo desee.
Desde hoy, las guerrerenses podrán elegir sobre su cuerpo y su futuro, sin pagar con prisión por ello.
Fuente: Milenio