Suecia y Finlandia deben dar “pasos concretos” para atender a las preocupaciones de seguridad de Turquía y poder superar así las objeciones de Ankara a su candidatura a la OTAN, afirma el ministro turco de Exteriores.
Mevlut Cavusoglu indicó este viernes que las delegaciones de las dos naciones nórdicas regresaron a casa con las demandas de Turquía tras su visita esta semana y ahora esperan su respuesta.
La entrada de los dos países a la Alianza requiere de la aprobación unánime de todos sus miembros, pero Turquía se opone alegando su supuesto apoyo a los insurgentes kurdos, a quienes considera terroristas, y restricciones a la ventas de armas al país.
Pensar “convenceremos a Turquía a tiempo, somos amigos y aliados’” no sería el correcto, señaló Cavusoglu, que insistió en que “esos países tienen que dar pasos concretos”.
“Entendemos las preocupaciones de seguridad de Finlandia y Suecia pero (…) todo el mundo tiene que entender también las preocupaciones de seguridad legítimas de Turquía”, agregó.
Hace unas semanas, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan afirmó: “Les hemos dicho a nuestros amigos relevantes que diremos ‘no’ a la entrada de Finlandia y Suecia a la OTAN y mantendremos esa postura”.
Entretanto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se declaró el jueves “confiado en que lograremos una decisión rápida para darle la bienvenida tanto a Suecia como a Finlandia en la familia de la OTAN”.
Erdogan ha dicho que las reservas de Turquía se basan en sus preocupaciones de seguridad y por la percepción de que Suecia —y en un menor grado Finlandia— apoyan al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y a un grupo armado en Siria que Turquía considera un ala del PKK. El conflicto entre Turquía y el PKK ha matado a decenas de miles de personas desde 1984.