El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no fue informado ayer, sino hasta hoy, sobre el retén de civiles armados que se hizo presente en la carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo, justo cuando él sobrevoló la zona para supervisar el avance de la construcción de la misma vía.
El retén de al menos 10 hombres con armas de asalto, chalecos blindados, radio comunicadores y otros explosivos se montó sobre la carretera a la altura de Bacacoragua, poblado en el municipio de Badiraguato, y detuvo a los vehículos que transitaban, entre ellos a los que se dirigían al evento del presidente López Obrador en Guadalupe y Calvo, Chihuahua, en la zona llamada “Triángulo Dorado”, por su alta producción de drogas como amapola y mariguana.
“Sí, (me enteré) hoy en la mañana. No pasó nada, no pasó nada. Afortunadamente no pasó nada”, dijo el mandatario este sábado al ser entrevistado previo a realizar una supervisión área de las presas Picachos y Santa María.
Tercera Jornada Nacional de Sembrando Vida, desde Guadalupe y Calvo, Chihuahua https://t.co/WgIhZozmqX
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) May 27, 2022
Los hechos
El pasado viernes, vía terrestre, desde Culiacán, partió una caravana de cuatro vehículos, uno con funcionarios locales, otro con prensa del estado y dos más con prensa nacional para cubrir el acto, en el que el presidente de la República, además de la supervisión de la carretera, dio arranque de la Tercera Jornada Nacional de Siembra del Programa Sembrando Vida.
Una camioneta van con una decena de periodistas de la Fuente presidencial se quedó atrás de los vehículos en caravana.
“¿Son del gobierno?”, preguntó uno de los hombres que, con al menos tres vehículos y una decena de personas, bloqueaban la carretera a la altura de Badiraguato.
-No, somos de la prensa, prensa nacional, venimos al evento del presidente López Obrador -contestaron los reporteros.
-“Así que acá anda Andresito”, dijo el hombre.
El sujeto que hacía las preguntas vestía un traje tipo militar, con chacleco blindado y casco, pero con huaraches. Sus manos las tenía fijas en un arma de asalto tipo AR-15 y en la pechera llevaba 8 cartuchos. Luego rodeo el vehículo y abrió la puerta para hacer una revisión visual.
“¿Traen armas?” -preguntó ya con un Toño risueño-.
-No, sólo cámaras, -respondieron-.
“¿Están apagadas las cámaras?”, interrogó.
-No jefe, para nada -dijeron-.
“¿Pasan por Los Frailes?” -preguntó.
-No conocemos la ruta; como marca el GPS -contestaron.
“Se van a llevar a este viejo, él va para Los Frailes. Él conoce la ruta”, dijo.
Luego subió a la camioneta el señor al que llamaron viejo, porque aparentaba una edad mayor de 65 años; vestido con una camisa a cuadros color crema, un gorro, en el cuello colgando de una correa una radio portátil y en su mano un improvisado vaso con refresco de cola, hecho con una parte de la misma botella cortada.
El retén abrió paso a la van, y en el camino, el acompañante de la prensa compartió que se llamaba Eleuterio Carrillo; que iba camino a Los Frailes, en la sierra de Sinaloa, para construir una casa para su hijo con madera local; e iba platica lo mucho que conocía la zona, describiendo lugares y sitios destacados.
“A ver si nos dejan cortarla porque está prohibido. Ya hicimos una muy bonita, ojalá pudieran verla”, dijo.