Adriana Reyes, madre de Salvador Ramos, autor de la masacre en Texas el pasado 24 de mayo en una escuela primaria en Uvalde, rompió silencio y dijo, que ella no tenía una relación tóxica con su hijo y que este nunca había sido violento.
Reyes afirmó que su hijo no era una persona abocada a la violencia y que se trataba de una ‘persona solitaria’.
“Mi hijo no era una persona violenta. Estoy sorprendido por lo que hizo, él solo se mantenía al margen y no tenía muchos amigos”, expresó.
“Rezo por esas familias que perdieron a sus hijos. Rezo por todos esos niños inocentes, sí. Ellos no tuvieron nada que ver con esto”, afirmó.
La madre del perpetrador que asesinó a 19 niños y a dos maestras, además de dejar 17 personas heridas, desmintió tener una relación toxica con su hijo, aunque dijo, era muy reservado.
“Tenía una buena relación con él. Era bastante reservado”, indicó.
Adriana Reyes dijo que la última vez que habló con Salvador fue el lunes, por su cumpleaños, y “tenía una tarjeta y un peluche de Snoopy para darle”.
La madre no se refirió a las declaraciones acerca de que era una persona que tenía “problemas con las drogas” que presuntamente pudieron ocasionar que Salvador se alejara de ella y viviera en casa de su abuela, Celia González.
El día de los hechos
Autoridades han señalado que la mañana del martes, Ramos estrelló su camioneta en una zanja cerca de la Escuela Primaria Robb en Uvalde, a donde ingresó con un rifle semiautomático, disparando contra todos los que veía indiscriminadamente, dejando una cifra mortal de 19 niños y dos maestras.
Otras 17 personas resultaron heridas, antes de que el joven fuera abatido a tiros por las autoridades.
Ramos había comprado legalmente dos rifles de asalto AR-15 cuando cumplió 18 años y llevó uno de ellos a la escuela antes de abrir fuego, dijo la policía.
Fuente: Vanguardia