Paola y su novio Paco, quienes desaparecieron el pasado 16 de junio en el municipio de Río Blanco, en la zona centro del estado de Veracruz, fueron hallados sin vida en los límites de Nogales y Ciudad de Mendoza, cuyos cuerpos estaban mutilados al interior de bolsas negras para basura.
Paola Itaí Hernández, de 21 años, y José Francisco Olguín, de 30, eran buscados por sus familiares, quienes presentaron la denuncia correspondiente en la Fiscalía General del Estado (FGE) cuando perdieron toda comunicación con ellos.
De acuerdo con testigos, el jueves 16 de junio, los jóvenes fueron sustraídos a la fuerza de su domicilio por un grupo armado en el municipio de Río Blanco, una zona considerada insegura en la entidad veracruzana.
Los familiares y amigos de Paola protestaron el 19 de junio y bloquearon la avenida Juárez, a la altura del entronque con dirección a la autopista, cerca de donde fueron encontrados los cuerpos embolsados.
El pasado 21 de junio, también los parientes de José Francisco se manifestaron y cerraron la carretera en la zona conocida como Los Arcos, en Río Blanco, y el puente de Nogales; sin embargo, dos días después fueron hallados sin vida.
Los familiares recocieron los cuerpos en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), donde también fueron sometidos a estudios de medicina forense para el comparativo de ADN y tener mayor certeza en la identificación.
Las personas acudieron a la Subunidad Integral de Procuración de Justicia (SUIPJ) para exigir la devolución de los restos humanos, trasladarlos a su ciudad natal y prepararlos para sepultarlos.
La Fiscalía General de Veracruz continúa las investigaciones por el delito de homicidio doloso calificado, para la búsqueda y localización de quién o quienes resulten responsables.
Los cadáveres fueron encontrados la mañana del jueves 23 de junio, luego de un reporte anónimo al número de emergencias 911. Paola y Paco dejaron huérfana a una niña de cuatro años.