Inició el programa federal, anunciado el pasado 7 de junio, para brindar seguridad social, atención médica y otras prestaciones a periodistas independientes (o que trabajan por cuenta propia) mismos que no cuentan con una relación laboral, a pesar de que desarrollan una labor importantísima para satisfacer el derecho a informarse que tiene la sociedad.
Que inicie bajo el amparo del gobierno de López Obrador anticipa que no será una promesa demagógica como en regímenes anteriores que, dicho sea de paso, jamás promovieron con seriedad que se brindaran posibilidades mínimas para que el informador independiente disfrutara de garantías que perciben otros trabajadores o sus mismos compañeros.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (4° trimestre 2022) del Inegi, informa que el 14.7 por ciento, o sea, seis mil 028 personas, de las 41 mil 113 que realizan labores periodísticas en México, trabaja por su cuenta y, por tanto, son muy poco remuneradas. El mayor número de encuestados: 34 mil 835 personas – el 87 por ciento- aseguran contar con un pago acorde a sus necesidades mínimas y a la protección en seguridad social que le ofrecen sus patrones. De todo este universo: articulistas, corresponsales y reporteros gráficos, el 60% tiene menos de 50 años, es decir, son jóvenes comunicadores que en el sitio digital o medio de comunicación más modesto contribuyen a la discusión pública informada y a darle voz a los ciudadanos.
Si nos atenemos a los datos recogidos por la presidencia de la República, el apoyo que se va a necesitar parecería menor. Sin embargo, conforme avance la inscripción al programa se van a ir revelando elementos que reflejen la verdadera condición en materia social y salarial que enfrentan quienes por la libre se dedican al que Gabriel García Márquez calificara como el mejor oficio del mundo.
En abril pasado, mientras desarrollaba una gira por el norte del país, y a pregunta expresa, el presidente aclaró que había sido el periodista Rubén Villalpando, quien elaboró una propuesta concreta para que se estableciera un fondo que garantizara el derecho a la salud y a la pensión del gremio reporteril. De tal manera que López Obrador instruyó a darle forma y contenido a este programa a través de su oficina de Comunicación Social, la Secretaría de Gobernación y el Instituto Mexicano del Seguro Social. La primera etapa de la inscripción cerró este 30 de junio, después de ser anunciado en la conferencia presidencial, mejor conocida como La mañanera, por Jesús Ramírez.
Tocará a la subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración de la SEGOB administrar el fondo y entregarlo al IMSS para que empiece a operar a más tardar en agosto. Inicialmente se contará con 760 millones de pesos, lo que representa el 25% del gasto destinado a la publicidad gubernamental este año, mismo que asciende a tres mil 40 millones de pesos.
A los beneficiarios, previa solicitud de cobertura, se les protegerá mediante los 5 seguros del régimen obligatorio del IMSS, mientras que el Infonavit presentará un plan de créditos para vivienda para quienes no la tienen. A fin de revisar solicitudes y definir criterios de incorporación al seguro, se invitó a periodistas de intachable calidad moral y amplia trayectoria para integrar el comité consultivo, entre ellos a Enrique Galván Ochoa, Fernanda Tapia, Nancy Flores, José Reveles y el propio Villalpando.
Para quienes desearan postularse al programa de periodistas por cuenta propia, es menester contar con la llamada firma electrónica que proporciona el SAT mediante la dirección https://bit.Iy/3xehWfp y ahí agregar los otros requisitos relativos a su ejercicio periodístico demostrable mediante publicaciones y su trayectoria. Se habilitó el número telefónico gratuito: 8009532214 para aclarar dudas, porque siempre en los registros electrónicos aparecen imponderables.
En un país en el que las relaciones prensa-gobierno han sido dificultosas, por no hablar de las estrechísimas relaciones que prevalecen todavía con grupos de poder político y económico, las y los periodistas de a pie, que se cuentan por cientos, han quedado tradicionalmente relegados de lo que la Organización Internacional del Trabajo plantea en cuanto a un trabajo decente, empleo productivo, seguridad, protección a las familias y desarrollo profesional con que debe contar cualquier persona. En México, ha tenido que llegar la llamada Cuarta Transformación para que esto comience a hacerse realidad. Es una buena noticia, frente a tanto crimen, desprecio y maltrato a las y los informadores.
@ernestoreyes14