Fotos: Emmanuel Cano
El guajolote en mano es señal de guelaguetza. Al ritmo del jarabe del valle Tlacolula de Matamoros hizo presencia con sus monumentales marmotas y sus canastas de flores blancas y amarillas naturales.
Los hombres ataviados de blanco, movían de izquierda a derecha y de derecha a izquierda cada una de las burbujas -marmotas- blancas, en medio del contingente un niño mostraba su destreza y fuerza en el baile.
Sus faldas multicolores se movían al son que la banda de viento tocara, las mujeres de Santo Tomas Mazaltepec, Etla cargaban sobre su cabeza canastas de flores de colores cerca de ellas un torito, los cuales se queman en las grandes fiestas.
Entre sus manos un guajolote, señal de fiesta y guelaguetza, la mujer de Miahuatlán lucía orgullosa de sus tradiciones.
Las mujeres de la región del Istmo de Tehuantepec lucieron sus mejores pasos con sus sones. Sus huipiles fueron admirados por propios y extraños.
Entre mezcal y productos representativos de cada región los turistas nacionales e internacionales disfrutaron de lo más representativo de estos convites.
El convite estuvo a reventar, cientos de turistas disfrutaban de los bailes y el mezcal, bebida emblemática oaxaqueña.
La música puso a bailar a más de uno que disfrutó de los destilados del maguey de cada región invitada para este día.