La cadena de ultra fast fashion de origen asiático, Shein, informó este jueves que retira de su oferta a las consumidoras los diseños por los que se les acusa de apropiación cultural.
“Los proveedores de SHEIN están obligados a cumplir con las políticas de la empresa y a certificar que sus productos no infringen la propiedad intelectual de terceros. Si descubrimos que algún proveedor no cumple, tomamos medidas inmediatas. Hemos retirado el producto en cuestión de nuestro sitio”, informó la empresa.
Esto sucede luego de que el miércoles la Secretaría de Cultura emitiera una carta de extrañamiento a Shein, debido a la copia de una prenda de vestir que cuenta con un estampado floral muy similar a un diseño de 2017 de la marca mexicana YucaChulas.
En el documento se le solicitaba a la empresa explicar con qué fundamentos utilizó los elementos mayas en una prenda, que es similar a otras piezas que forman parte de la propiedad intelectual de los huipiles mayas.
“Es una falta de reconocimiento al trabajo de los y las artesanas que se dedican a esta labor y viven de la artesanía , en este caso el bordado, lo triste es como se devalúa dicho trabajo artesanal y mucha gente sigue comprando a esa plataforma sin conocer el origen real de muchos de los diseños que venden. Es una gran violación a la propiedad intelectual y sobre todo a la cultura”, denunció YucaChulas en sus redes sociales.
Al respecto, Shein comunicó este jueves que respetan a las y los diseñadores, las personas artesanas y la propiedad intelectual, y que en ningún momento es intención de la empresa infringir los derechos de autor válidos de nadie.
“En SHEIN, respetamos y celebramos todas las culturas. Reafirmamos nuestro respeto por los artesanos de México y de todo el mundo”, concluyó la empresa.
En enero pasado se publicó en le Diario Oficial de la Federación (DOF) la nueva Ley General de Protección del Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afroamericanas, que contempla multas de al menos 10 millones de pesos y cárcel para quienes hagan cualquier uso sin autorización que tenga fines de lucro.
Fuente: El Financiero