-Ovacionados por una multitud de visitantes nacionales y extranjeros, orgullosamente desfilaron hombres y mujeres mostrando al mundo lo mejor de sus costumbres y bailes
Fotos: Oscar Zepeda
Las calles de la Verde Antequera desbordaron vida. Las gargantas eran aliviadas con mezcal mientras entonaban la Canción Mixteca y Cielito Lindo. Con el sonido de los cohetones arrancó el Segundo Desfile de Delegaciones que anunciaron: Guelaguetza.
Al frente los toritos de calenda después la chirimía. En el arranque también la Diosa Centéotl -Diosa del Maíz- Jacseni Maybeth Rodas González enfundada en una falda de terciopelo con flores caprichosas de colores chillantes.
Después los funcionarios. El gobernador Alejandro Murat y su esposa Ivette Morán de Murat, vestida como las mujeres ejutecas, compartían su Guelaguetza.
Casi tocando el cielo los monos de calenda, entre ellos Francisco Toledo el pintor juchiteco, y las marmotas-esferas elaboradas de carrizo-. La delegación de Chinas Oaxaqueñas atrás con el jarabe del valle; canastas multicolores y con la leyenda de 90 años, 90 años de Guelaguetza.
Los tradicionales faroles con imágenes de la Virgen de la Soledad, chapulines, lunas, liras, estrellas, soles, corazones y muchos, muchos diseños más.
Las y los usileños desde la Cuenca del Papaloapan también bailaron al son del jarabe de la región. Y llegaron los de Ejutla; mujeres ataviadas con largas faldas de colores chillantes, cabello trenzado, los hombres con su machete y su calzón de Manta.
Las calles de cantera, testigos mudos del desbordamiento de danza y cultura. Las istmeñas del Espinal con estandarte en mano. Altivas mostraban su belleza y sus trajes distintivos además de las festividades de las velas.
Serias y coordinadas, las mujeres de Huautla de Jiménez bailaron con maestría sus sones y jarabes. Entre pañoletas que se suspendían en el aire llegó Pinotepa Nacional con su zapateado perfecto y la candencia de sus mujeres.
Entre el coqueteo y el ondear de las faldas se hizo presente el Jarabe Mixteco. Las faldas de las mujeres se suspendían en el aire mientras los hombres iban en busca del ansiado beso.
El baile de la conquista no faltó. En la cabeza penachos elaborados de plumas de aves, cerca de ellos la Malinche desde Teotitlán del Valle hasta Zaachila.
Los gritos de alegría se desbordaban en un andador turístico que fue fiel testigo de los 90 años de Guelaguetza. Con cuerno en mano la delegación de Juxtlahuaca haciendo sonar sus espuelas.
La piña en el hombro, los listones coloridos y con sus pasos únicos, las mujeres de la delegación de Tuxtepec arrancaron más de un aplauso y suspiro. Atrás Miahuatlán de Porfirio Diaz con sus tradicionales bailes.
Con la caída del sol, los cuernos de venado, las barbas de pelo de caballo y los rostros del diablo se hicieron presente. Detrás de ellos la región de la Mixteca con Tlaxiaco. Desde Pochutla los pescadores y las mujeres con su zapateado.
Con canastas en mano, las mujeres de Tlacolula. Enfundadas en faldas rojas y blusas con bordados de colores las mujeres hacían gala de su cultura y tradición junto con ellas las marmotas que también han caracterizado a este municipio del Valle Central.
Más de una decena de tiliches o viejos aparecieron en escena junto con ellos el Carnaval de Putla Villa de Guerrero.
Más de dos horas de cultura y tradición desfilaron por la otrora Verde Antequera alentada por la ovación de turistas nacionales e internacionales quienes esperan con ansias la octava de los lunes del cerro.