Trabajadores del Congreso de Oaxaca y ciudadanos que acudieron a realizar algún trámite al palacio legislativo de San Raymundo Jalpan, rompieron cadenas para salir del inmueble, tras tres horas de permanecer secuestrados por un grupo de pobladores de Santa Inés del Monte, Zaachila.
Iracundos, los empleados suplicaban a los manifestantes les permitieran salir argumentando que ellos nada tienen que ver con el conflicto intermunicipal de la población.
Durante la sesión de este miércoles, los diputados votaron en contra del dictamen que pretendía destituir a su edil, Victorino acusado de presunta malversación de fondos y otros delitos.
El grupo de manifestantes arribó al Congreso de Oaxaca para estar al pendiente de la votación. Sin embargo al no ser favorable determinaron cerrar con mecates y cadenas todos los accesos.
Después de tres horas de retención (16:00 a 19:00 horas), de buscar una salida del Congreso de manera infructuosa, los trabajadores y ciudadanos intentaron negociar su salida pero sólo obtuvieron por respuesta un rotundo “nadie sale y ahí se van a quedar hasta mañana o los días que sean necesarios hasta que los diputados destituyan al edil corrupto”.
Ante la cerrazón de los manifestantes las y los retenidos cortaron mecates y rompieron las cadenas no sin antes intentar amarrar a uno de los manifestantes que se encontraba al interior del Congreso.
Fueron alrededor de 15 minutos de tensión y al ver que los secuestrados estaban dispuestos a todo los manifestantes se replegaron y fue así como por la fuerza que mujeres y hombres salieron en tropel.
Los manifestantes, arrojaron una piedra a la camioneta de la diputada Yesenia Nolasco por lo que rompieron el medallón de su camioneta de alta gama marca GMC, tipo Yukon, cuyo valor en el mercado es superior a más de $1 millón 500 mil pesos.
Antes de concluir la sesión, los diputados del PRI y Morena, Alejandro Avilés Álvarez y Horacio Sosa Villavicencio se dieron a la fuga; mientras su homóloga del Partido Verde Ecologista, Eva Diego salió con un séquito de trabajadores por la puerta principal dejando a su suerte a los demás empleados.