Activistas, abogadas y expertas en prevención de la violencia de género demandan al Gobernador Alejandro Murat “vetar” reformas racistas y discriminatorias
Especialistas lamentan que ese retroceso haya sido encabezado por mujeres beneficiadas por la paridad y de “supuesta izquierda”
Abogadas indígenas anuncian movilizaciones y acciones legales para impedir violencia hacia las mujeres indígenas
Como un grave retroceso al respeto de los derechos políticos de la población femenina, violatoria a la Constitución, racista, clasista y discriminatoria fue calificada por parte de abogadas, activistas y colectivas feministas, la reforma aprobada por las y los legisladores del Congreso Local -en su mayoría de Morena- la cual aplaza por tiempo indefinido, las garantías para que las mujeres indígenas participen como candidatas en la renovación de cabildos y presidencias municipales en localidades regidas por los Sistemas Normativos Internos (SNI), antes conocido como usos y costumbres.
Al momento de conocer la aprobación de la modificación al artículo transitorio tercero del decreto 1511, expedido el 28 de mayo de 2020 por la 64 Legislatura en materia de paridad, prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia política en razón de género, abogadas, activistas y especialistas demandaron al Gobernador Alejandro Murat “vetar” estas reformas, luego de que Oaxaca se volvió un “foco rojo” para los derechos humanos femeninos.
Para Patricia Olamendi Torres, doctora en Derecho, militante por la igualdad y la no discriminación y experta en prevención de la violencia de género, lo aprobación es muy grave “están evidenciando la discriminación, primero por el hecho de ser mujeres indígenas y luego por vivir en comunidades originarias, que se rigen por los Sistemas Normativos Internos (SNI)”.
“Tal parece que los partidos que la aprobaron, en su mayoría de Morena tienen interés de favorecer a los hombres en esas comunidades, quienes detentan el poder en esas localidades no quieren que los cargos municipales sean ocupados por mujeres, que ellas puedan acceder”, afirmó.
En caso de entrar en vigor -anunció la ex subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores- definitivamente será motivo de una acción de inconstitucionalidad porque esas modificaciones son a todas luces violatorias a los derechos humanos, basta con observar el articulo segundo de la Constitución para darse cuenta que la reforma convierte a las mujeres en sujetos de excepción, los derechos se aplican para todos pero para ti no porque tienes la desgracia de vivir en esas comunidades originarias.
Luego de publicar en sus redes sociales, un mensaje dirigido al Gobernador Alejandro Murat, donde le pide vetar las reformas aprobadas, la experta de México ante el Mecanismo de Seguimiento de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, de la Organización de Estados Americanos (OEA), explicó que no hay argumentos válidos para esta modificación.
Si hablamos del tequio, explicó que la discusión está superada, las mujeres indígenas toda su vida, realizan trabajo voluntario, comunitario, milenario, dentro y fuera de casa y no se les paga, se discrimina su labor, entonces no es argumento que ahora sí se preocupen porque son cargos sin salario.
“Con esas modificaciones, las mujeres son invisibles, por eso los derechos políticos tienen un papel fundamental, porque visibilizan sus derechos, sus demandas y les impiden la posibilidad real de acceder a la toma de decisiones, las colocan en un estado de excepción porque en aras de los usos y costumbre tenemos violaciones graves convertidas en formas de esclavitud, de ahí la trata y venta de niñas”, sostuvo.
La también integrante del Consejo Consultivo de la Mesa Directiva del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer, consideró que la problemática de violencia no se resuelve impidiendo la participación femenina en estas comunidades, ni es la causa de la violencia que existe y ha existido, sin embargo si es de llamar la atención que no existe ningún otro estado con esas reformas, donde los usos y costumbres se encuentran por encima de la Constitución, nada que se haga, ninguna regla, mediante los SNI, pueden usarse para violentar un derecho humano.
Presidenta de la asociación civil Promujer, Patricia Olamendi, comentó que resultaría gravísimo que las y los legisladores de Morena que son mayoría, hayan votado una reforma ignorantes de las consecuencias que traerá, peor aun si es parte de un acuerdo o línea del próximo gobernante, resultaría muy perverso que atenten contra las más vulnerables y discriminadas, las indígenas, que limiten sus derechos”. De paso afirmó: “el mandatario saliente, si tiene decencia debe vetar esa reforma”.
En tanto, Flora Gutiérrez, integrante de la Red de Abogadas indígenas- Capítulo Oaxaca, apuntó que este retroceso es de incalculables efectos, “eliminaron la temporalidad de las garantías que permitían a las mujeres de pueblos originarios que tienen aspiraciones de participar en la vida política de sus comunidades, por tiempo indefinido”.
“Desafortunadamente participaron en su mayoría las propias mujeres legisladoras y además de un partido de izquierda, hicieron uso de un lenguaje lleno de clasismo, racismo, discriminación, al considerar que las indígenas no son capaces de tomar decisiones, nos consideran incapaces como si necesitáramos tutela, que nos protejan, pero tenemos voz y palabra propias, siempre hemos estado participando en la comunidad, que no se valore es otra cosa, la identidad, la organización y vestimenta, dependen de las mujeres”, expuso.
Cuestionó qué sucederá cuando en una asamblea, el representante masculino que detenta el poder diga que no hay condiciones para que participe una mujer, si así lo decide, “entonces, ¿habrá más violencia?“.
Abundó que de un total de 417 municipios regidos por los SNI, ya se registraron 130 asambleas para elegir autoridades municipales, que están validadas por el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (IEPCO), “y son muy pocos los que presentan reticencia para respetar la paridad de género, aproximadamente 30 o 40”.
La abogada recordó que las legisladoras que aprobaron esta ignominia, llegaron gracias a la paridad, la cual debe mirarse desde la perspectiva intercultural no desde el sistema de partidos políticos, en un contexto de diversidad.
Hizo un llamado desde la Red de Abogadas Indígenas: “pedimos al Gobernador Alejandro Murat, que la vete, es violatoria, si es congruente tendría que vetarla para garantizar y proteger a las mujeres”, luego de advertir: “agotaremos todos los recursos legales, no nos vamos a quedar así “.
Elizabet Olvera, también integrante de la Red de Abogadas Indígenas-Capítulo Oaxaca, abundó que en vez de limitar derechos, se deberían garantizar, con perspectiva intercultural, “la reforma establece que los derechos se otorgan a medias, que la paridad en comunidades regidas por los SNI, es progresivo, poco a poco, es como decir: -te doy derecho de expresión pero poquito, te doy derecho a educación pero poquito, salud pero poquito, y en política sería igual, como si fuéramos incapaces de entender-”.
El retroceso podría provocar que las elecciones donde participen las mujeres indígenas tendrá que judicializarse, pasar por esa burocracia, “lo que significa un fracaso para todas las instituciones del Estado, incluyendo las que supuestamente velan por el bien de ellas, porque entonces no han sabido llevar ese desarrollo social, económico y político para que puedan participar”.
Esperamos -sentenció la abogada- que el gobierno que se va tenga la habilidad política para no dejar pasar esa reforma, sería terrible, pero también sería lamentable que el nuevo gobierno valide una reforma que viola derechos humanos de mujeres indígenas, nos dará una idea de lo que será esta nueva administración, frente a la deuda histórica que prevalece hacia los pueblos indígenas.
La también abogada y activista Norma Reyes Terán, en sus redes sociales destacó que las prácticas culturales son dignas de protección y defensa sólo si no vulneran los derechos de las mujeres. Sin embargo, el Congreso validó los privilegios masculinos, las mujeres de los SNI -se quedaron- sin derecho a la paridad.
Luego de expresar que con la eliminación del derecho a la paridad de las mujeres indígenas, el feminismo (en el Congreso) solo es de discurso, detalló que la paridad contribuye a normalizar la vida civil y política de las mujeres. No sólo se trata de poner más mujeres donde no hay, sino de cambiar las normas y culturas construidas a partir de estereotipos sexuales. Quienes votaron en contra de la paridad en SNI son “sin vergüenzas”.
Especialista en materia de feminismo, puntualizó que es posible avanzar cuando se escucha a las mujeres y se apuesta por sus derechos y el cambio; cuando se está dispuesta a romper los cánones de obediencia, más conocidos como “lealtad” y “disciplina”, votar contra la paridad en los SNI “es muestra de que la reversa también es cambio”.
Detalló que la paridad busca corregir la falta de representatividad de las mujeres. Negar el derecho civil de las mujeres indígenas a ser electas y también a representar políticamente a la ciudadanía en los SNI, no es tradición cultural sino defensa de un privilegio patriarcal.