Especialistas en psicología y pedagogía advirtieron a padres de familia, las afectaciones que pueden generar en los menores que practican videojuegos más de 10 horas.
Un estudio elaborado por la UNAM, expuso que los menores de edad, quienes practican videojuegos por varias horas, presentan signos de ansiedad y enfrentan conflictos con sus padres.
En la investigación realizada por Mariana Viruega Muñoz, egresada de la Facultad de Psicología (FP) de la Universidad Nacional Autónoma de México, se reveló que se incrementó en el país, en más de cinco por ciento en la cantidad de personas que dedicaron gran parte del día a a los llamados “video-games”, en parte debido al confinamiento por la pandemia de la COVID-19.
Al respecto, la pedagoga y maestra en educación especial, Nazaria Martínez Cruz expuso que si bien algunos videojuegos pueden desarrollar habilidades, al pasar más tiempo de lo necesario, pueden generar emociones que terminan afectándolos.
Dijo que el exceso de tiempo en esos video juegos pueden ocasionar frustración, violencia, enojo, ira y hasta adicción, particularmente en menores que se encuentran en una etapa de aprendizaje, “hay etapas donde prácticamente absorben todo, imitan lo que ven, y intentan interactuar con su entorno reproduciendo esquemas vistos, armas, peleas, etc”.
Sugirió a los padres de familia que busquen alternativas para despertar sus habilidades, sin el riesgo de perder la conexión con su realidad, o reducir habilidades para sociabilizar.
Sugirió a los padres de familia reducir el tiempo frente a estos dispositivos, de uno a 3 años entre 20; de 3 a 6 años un máximo 30 minutos, mientras que de 6 años a 12 un máximo de una hora.
Adicionalmente, sería viable que durante esas sesiones, sean acompañados en todo momento para explicar y observar los contenidos que están consumiendo