La seguridad del presidente Andrés Manuel López Obrador se vio rebasada por la multitud que quería tocar al mandatario y sacarse una fotografía con él. El pueblo lo rodeó por casi seis horas en su caminata de El Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino y fue la misma gente la que le pasó agua al mandatario porque su equipo no llevaba.
Empujones, gritos de la gente que respiraba con dificultad entre la multitud más cercana al presidente y algunas personas que se desvanecieron se vieron mientras el tabasqueño seguía su caminata. Al mandatario se le vio sonriente, rodeado de lo que él llama el músculo de la cuarta transformación.
Miles y miles de personas que participaron en la marcha por el cuarto informe del gobierno de López Obrador le gritaron a su paso: “¡Es un honor estar con Obrador!”, “No estás solo, no estás solo!”, “¡Honesto, valiente, así es mi presidente!”, “¡Reelección, reelección!”.
El equipo de Ayudantía y militares vestidos de civil abrieron paso a López Obrador, pero no pudieron restringir el paso de toda la gente que se acercó al mandatario.
Los más emocionados eran los adultos mayores y varios de ellos, entre empujones, llegaron a López Obrador porque querían agradecer su pensión.
Por Paseo de la Reforma tropezaba la gente con zapatos, relojes y sombreros de las personas perdieron sus pertenencias durante la marcha.
También hubo agresiones por los empujones. Al canciller Marcelo Ebrard le escupieron y hubo gente que insultó a un señor que portaba una bandera reclamando el ecocidio en México. Sólo una vez se vio una ambulancia por Reforma y fue antes de que llegara el presidente a la marcha.
Hubo dos personajes repudiados por la multitud: el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, y el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal.
A Córdova le gritaban “traidor” y coreaban: “¡Fuera Lencho!”. A Monreal le llamaron “el traidor de la 4T”.
Personas que dijeron ser de la Organización de Usuarios en Desobediencia Civil llevaban pancartas con la imagen de personajes que consideraron “traidores a la patria” como los legisladores que votaron en contra de la reforma energética, los líderes del PAN y del PRD y los expresidentes Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Carlos Salinas de Gortari.
Ante la marea de gente que no dejaba pasar a López Obrador, hubo vehículos blancos que se acercaron hasta el presidente para llevarlo al Zócalo, pero él no quiso subirse. Siguió caminando, saludando a los participantes, abrazando a las personas porque, dijo, “amor con amor se paga”.
El presidente llegó al Ángel de la Independencia acompañado de su hijo Andrés, pero no siguió con él. También iniciaron la caminata con él secretarios, gobernadores y legisladores, pero entre la multitud se fueron quedando atrás y ya no pudieron alcanzarlo.
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, fue el que más le aguantó el paso al mandatario, pero estaba visiblemente molesto por los empujones.
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, también lo siguió en casi toda la marcha. Ella llevaba porra, incluso el Frente Popular Francisco Villa portó una manta en apoyo a AMLO y a Sheinbaum.
Al inicio de la marcha, las “corcholatas” acapararon la atención. Parecía una mega pasarela, en la que los morenistas midieron sus fuerzas para la próxima competencia electoral.
“¡Presidente, presidente!”, le corearon a Adán Augusto López y a Marcelo Ebrard. Este último fue el que se veía más contento y se sacó fotos con todos los que se acercaban.
Los apoyos que más se notaron fueron al diputado del PT, Gerardo Fernández Noroña, a quien le gritaban: “¡Andrés presidente, Noroña es el siguiente!”. El legislador optó por caminar antes que López Obrador y le tuvieron que hacer una valla para que marchara mientras saludaba a los presentes.
Octavio Romero marchó con un contingente pequeño, pocos reconocían al director general de Petróleos Mexicanos.
El coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier, también llevó porra. “¡Gobernador!, ¡gobernador!”, así lo recibieron algunos poblanos. Mier, conocido entre algunos participantes como “Morenacho”, también iba en el contingenté cercano a López Obrador y hasta le prestaron una cartulina verde que tenía imágenes de huevos y decía: “No vengo por mi torta, sino por mis…”.
Más tarde se vio al gobernador actual de Puebla, Miguel Barbosa, quien llegó en silla de ruedas.
Hubo legisladores de Morena, PT y PVEM, pero el ausente fue el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal. Un contingente de senadores, entre ellos César Cravioto y Nestora Salgado, llevaron una manta que decía: “Senadores de Morena leales al presidente”.
Sobre Calzada de Tlalpan e Insurgentes había decenas de camiones que llevaban a gente de Oaxaca, Puebla, Guerrero, Chiapas, Tabasco, Sonora. La gente llegó al Ángel de la Independencia, al Zócalo y otros puntos desde la madrugada. Les dieron tortas y agua antes de iniciar la caminata. Mientras, en redes sociales se denunciaba a personas “acarreadas”.
Cientos de participantes llevaban pancartas y playeras que decían que no eran acarreados, que iban por convicción en apoyo al presidente y para que los “fifís” se dieran cuenta del apoyo a López Obrador.
Peluches y piñatas con la imagen de López Obrador y banderas de Morena, del PT y de México se vieron por doquier. Hubo mariachis, banda, batucada y la gente cantaba el “Cielito Lindo” y “El Rey” sin cesar.
“AMLO, gracias por ser el sugar de mi abuelita de 103 años”, “amor con amor se paga”, “El INE sí se toca”, “Te AMLO”, “El pueblo está contigo”, eran las pancartas que llevaba la gente que apoyó a López Obrador en la marcha por el cuarto informe de gobierno.
Fuente: Latinus