La crisis de la basura continúa en la capital oaxaqueña, pese a la “estrategia” de trasladar los residuos sólidos urbanos a otros puntos de la entidad y al estado vecino de Puebla, además del fracaso del programa de separación que implementó el edil capitalino Francisco Martínez Neri.
Pese a que el primer concejal ha tratado de sortear la crisis mediática, los tiraderos clandestinos, la basura en las calles, la falta de servicio de recolección en diferentes colonias y la suspensión del programa para levantar desechos orgánicos mantienen en vilo al gobierno municipal.
De acuerdo con las últimas declaraciones del Munícipe a la fecha no se ha podido consolidar ningún proyecto para el nuevo relleno sanitario, por lo que aún continúan con la “estrategia” de sacar en góndolas que cobran 30 mil pesos el viaje para llevar la basura a otros lugares de la entidad y al estado de Puebla.
A esta situación se suma la falta de apoyo del gobierno estatal, que había declarado que atendería en conjunto con el edil capitalino la problemática, sin embargo, la ayuda solo quedó en discurso toda vez que no ha dado a conocer ningún tipo de proyecto para sustituir el tiradero de la Villa de Zaachila.