*La obra edificada al interior del JEBOax fue premiada por su concepto de arquitectura verde
*Conacyt, es la única institución que los ha apoyado con recursos; busca rescatar y conservar el JEBOax
El icónico Jardín Etnobotánico de Oaxaca (JEBOax), cuenta con un galardón que otorgó The Architect’s Newspaper, por la arquitectura verde, al construir un invernadero de cristal que resalta en la parte norte de su amplia extensión.
Al respecto, el director fundador del JEBOax, Alejandro de Ávila, señaló que han buscado la forma de conseguir recursos para mejorar algunas áreas, además siguiendo el ejemplo y legado del maestro Francisco Toledo (+), principal promotor del Jardín, han hecho a un lado el desdén de las autoridades de sexenios anteriores y se han enfocado en conservar este espacio único en su tipo en la entidad.
Durante un recorrido por el JEBOax con el equipo de Primera Línea MX, Alejandro de Ávila mostró la estructura del invernadero, una “caja” de vidrio de 100 metros cuadrados, un diseño único edificado por FGP Atelier, con sede en Chicago, que lidera el arquitecto mexicano Francisco González Pulido.
La estructura que está hecha para soportar sismos, tiene moldes y cimientos que ningún otro edificio cuenta, al menos en Oaxaca, por lo que fue merecedor de un galardón en el 2018, donde compitieron más de 800 proyectos en 45 categorías de tres países: México, Canadá y Estados Unidos.
“El pabellón, con una escalera central, que reúne el agua de lluvia y un sistema geotermal, tiene las condiciones óptimas para cultivar un rango diverso de especies al mismo tiempo que ser mínimamente invasivo a la comunidad de plantas alrededor.
La estructura es una herramienta interactiva para educar a generaciones futuras acerca de la vasta biodiversidad de la región y de inspirar la implementación de arquitectura sustentable”, señaló en su momento The Architect’s Newspaper.
Alejandro de Ávila, reforzó esta descripción al mostrar cómo funciona de manera ecológica la estructura que mantiene como si estuvieran en su hábitat las plantas y árboles de montaña, así como el “discorea composita”, una planta nativa de Oaxaca empleada en la investigación que condujo al desarrollo de la píldora anticonceptiva.
“Esta planta ha sido sumamente explotada y ha dejado mucho dinero a los países desarrolladores de la píldora anticonceptiva, su conservación en el Jardín Etnobotánico es vital y esta estructura nos ha ayudado a que se mantenga y se muestre sus bondades”, dijo de Ávila.
Orgulloso de lo que se ha hecho y conservado en el JEBOax, el director fundador explicó de dónde viene cada planta y sus variedades, como el caso de las orquídeas que destacan entre sus más de 100 variedades, o las plantas endémicas, que quiere decir que son exclusivas de Oaxaca, en tanto las nativas, pueden compartir otros territorios.
En el caso del invernadero, Alejandro de Ávila se dijo contento por su gran funcionamiento, porque a través de una pequeña “ventana” se absorbe el aire y se introduce a un proceso de enfriamiento geotermal, un efecto que ayuda con la temperatura que requieren las plantas.
Construcción del invernadero duró 10 años
La construcción del invernadero requirió diez años de trabajo, apuntó de Ávila, al recordar que inició con un apoyo preliminar de la Fundación Mexicana para la Educación Ambiental, prosiguió con financiamiento federal a través de la Comisión de Ecología y la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, y culminó con el apoyo del Fondo Metropolitano, con el respaldo de Helena Iturribarría Rojas como Directora del Instituto Estatal de Ecología, pero el Gobierno del Estado de Oaxaca no aportó financiamiento para este proyecto.
“El sistema de enfriamiento por geotermia que instalamos en el invernadero es pionero en México y en América Latina. La meta no es sólo que inspire a otros jardines botánicos, sino que sirva de modelo para implementar sistemas baratos, eficientes y no contaminantes para refrescar edificios públicos y casas habitación.
Es urgente copiar en forma masiva este sistema de enfriamiento, que es económico y sostenible, para enfrentar el calentamiento global”, añadió el director del Jardín Etnobotánico.
¿Cómo funciona?
La electricidad que mueve al aire y al agua para que funcione el invernadero es generada por páneles solares instalados en la azotea del antiguo cuartel de caballería y que se pudo financiar a través del Fondo Metropolitano.
El agua que humedece el invernadero proviene de la cisterna del JEBOax, que es la mayor cisterna para captar agua de lluvia en la entidad. “En esa cisterna almacenamos un millón trescientos mil litros de agua que escurren de las bóvedas del antiguo templo de Santo Domingo durante la temporada de lluvias. Esta cisterna fue construida por el Gobierno del Estado en 1998”, dijo de Ávila.
Y acotó que sobre la cubierta de concreto de la cisterna construyeron una plazuela de cantera, donde se realizan actualmente las bodas y otros eventos sociales.
“Los ingresos generados por estos eventos son cuantiosos y permitirían hacer autosuficiente al JEBOax, sin embargo, desconocemos dónde van a parar los recursos. Todos los fondos para construir y operar el invernadero del JEBOax fueron gestionados por la Dirección del Jardín.”
Conacyt al rescate del JEO
Estos trabajos que se resaltan en el Jardín Etnobotánico de Oaxaca, se ha hecho gracias al apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), confirmó Alejandro de Ávila, al referir que ha sido una institución que ha aportado recursos para el mantenimiento y mejora del JEO.
Expuso que con fondos del Conacyt se creará un espacio lúdico que completará el diseño del Jardín Etnobotánico, el proyecto concluirá a finales de este mes y la mudanza de plantas se hará a lo largo del año.