El estado de Oaxaca ocupa el tercer lugar a nivel nacional de entidades, donde el salario insuficiente afecta al 60.9 por ciento de las y los trabajadores, aunque cuentan con un empleo formal, registrado ante el IMSS.
De acuerdo al análisis realizado por la organización Acción Ciudadana frente a la Pobreza (que agrupa a más de 60 Organizaciones de la Sociedad Civil) sobre los salarios de los trabajos registrados ante el IMSS, se demuestra como casi 10 millones de personas con empleo formal (45%) siguen en pobreza por bajas percepciones.
El estudio señaló que las empresas con mayor soporte económico también son fábricas de pobreza, “esta situación se presenta prácticamente en todo el territorio nacional, pero en ocho estados (una cuarta parte de las entidades del país) el salario insuficiente afecta a más del 55 por ciento de los trabajadores formales (10 puntos más que el promedio nacional: 45%). Se trata de Sinaloa, donde afecta al 62.6 por ciento; Guerrero, al 61.7; Oaxaca, 60.9; Durango, 58.5; Chiapas, 56.6; Tlaxcala y Michoacán al 56.2 por ciento y Nayarit, al 55.3. 2”.
De este universo, las personas que cuentan con empleo formal a nivel nacional (o sea, 45%) no ganan lo suficiente para comprar dos canastas básicas, el 53% de esos trabajadores, que tienen un salario precario, laboran en empresas grandes y medianas.
“El hecho de que millones de mexicanos cuenten con un empleo formal no es garantía de que puedan superar su condición de pobreza. De acuerdo con registros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al cierre del año pasado, casi la mitad, 45 por ciento de las personas con empleo formal carecen de salario suficiente que les permita dejar de ser pobres”, detalló el análisis.
En ese sentido, casi 10 millones de personas, a quienes el salario mensual no les alcanza para comprar dos canastas básicas, “son trabajadores y trabajadoras de medianas y grandes empresas, ya sea en fábricas, almacenes, tiendas departamentales, corporativos o consorcios. La pobreza y precariedad laboral que se asocia únicamente con la informalidad o el subempleo, también invade en gran medida la economía formal”.
Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, refirió que es común pensar que el empleo formal garantiza superar la pobreza; sin embargo, es preciso desmitificar esta percepción errónea. “Hemos insistido a los grupos empresariales que no basta pagar el salario mínimo o poco más, lo mínimo son 8,600, pues si no alcanza para dos personas, no puede ser suficiente para una familia”.
“No puede haber responsabilidad social empresarial si los bajos salarios producen pobreza”, añadió el expositor, luego de precisar que el tamaño promedio de los hogares en México es de 3.6 personas con 1.6 perceptores de ingreso por hogar. Por tanto, cada trabajador con ingreso tiene poco más de una persona dependiente a su cargo.
Abundó que “el salario debe ser suficiente para mantener a quien trabaja y a su familia, como lo establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Constitución. Por lo que, el salario debe alcanzar para mantener al menos a dos personas, quien trabaja y una más”.
Mientras el trabajo siga siendo precario, afirmó Gómez Hermosillo, producirá pobreza, en lugar de ser la puerta de salida, y los cambios en los niveles de la pobreza en México seguirán siendo marginales, concluyó.