*En siete meses, más de 8 mil toneladas de basura acumuladas en el Atoyac
*Autoridades municipales de Oaxaca de Juárez admiten que están rebasados por CATEM y al gobierno del estado no le importa el grave problema de salud pública
* El hedor es insoportable y perceptible hasta medio kilómetro a la redonda… Caminar, respirar y comer entre basura, es la rutina a la que se han tenido que acostumbrar cientos de comerciantes
I de II Partes
Más de 8 mil toneladas de desechos asfixian aún más al río Atoyac –el segundo afluente más contaminado del estado—cuya ribera se ha convertido durante los últimos siete meses en un gigantesco tiradero de basura, ante la permisibilidad de los gobiernos municipal, estatal y federal.
El hedor es insoportable y perceptible hasta medio kilómetro a la redonda… Caminar, respirar y comer entre basura, es la rutina a la que se han tenido que acostumbrar cientos de comerciantes, compradores y ciudadanos que habitan o convergen a diario en las cercanías del Mercado de Madera de la Central de Abasto, donde desde septiembre de 2022, la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) instaló un tiradero clandestino en la zona conocida como El Playón.
8 MIL TONELADAS DE BASURA…Y CRECIENDO
La Secretaría de Servicios Municipales estima que, desde el día de su creación hasta el momento, en la zona permanecen acumuladas más de 8 mil toneladas de basura, una cifra que crece día tras día, pues ahí, durante la noche y madrugada, continúan descargando las camionetas que a diario recogen desechos de manera particular en la mayoría de los 25 municipios de la zona metropolitana.
Si bien la acumulación de residuos sólidos en El Playón comenzó en septiembre de 2022, cuando la CATEM protestó porque sus unidades no pudieron ingresar más al tiradero que entonces funcionaba en el municipio de Zaachila, la contingencia se intensificó a partir del ocho de octubre, cuando el basurero fue cerrado definitivamente y ninguna autoridad municipal pudo hace uso de él después de 40 años de operaciones.
Tras el cierre del tiradero, todo el servicio público de limpia de la zona metropolitana colapsó, pues los ayuntamientos se quedaron sin un lugar en el cual depositar sus desechos.
En medio de la crisis, los vehículos de CATEM continuaron con el servicio de recolección de manera particular en distintos puntos de la capital y área conurbada.
Aprovechando que el servicio de recolección proporcionado por los ayuntamientos se paralizó, los operadores de aquellas unidades comenzaron a cobrar hasta 50 e incluso 70 pesos por cada bolsa de basura que recibían de la población y que después era abandonada en el río Atoyac.
LOS TRES ÓRDENES DE GOBIERNO ESTÁN SOMETIDOS
En entrevistas por separado con Primera Línea Mx, funcionarios del municipio de Oaxaca de Juárez reconocieron que las secretarías de Ecología y Medio Ambiente, Servicios Municipales y de Seguridad Pública fueron rebasadas por la contingencia y que, actualmente, están imposibilitadas de implementar cualquier medida para evitar que CATEM siga acumulando basura en los márgenes del afluente.
“Esa basura la están trayendo de municipios conurbados: llámese Xoxocotlán, Santa Lucía del Camino, San Jacinto Amilpas…”, explicó el secretario de Servicios Municipales, Ferdinando Rosado Duarte.
Si bien reconoció que tal acción constituye delitos estatales y federales, el servidor público argumentó que para desarticular el basurero clandestino es necesaria la intervención de los tres órdenes de gobierno: municipal, estatal y federal, pues la autoridad de la ciudad, por sí sola, carece de la fuerza policiaca para enfrentar a aquella organización y mantener bajo resguardo la zona.
“A la fecha, no hay un lugar todavía a dónde llevar (la basura) ni tengo conocimiento de que estén construyendo un lugar”, respondió, consultado sobre cuándo podría terminar la crisis provocada por el cierre del tiradero metropolitano, hace seis meses.
Sobre las condiciones que prevalecerán en el río Atoyac durante las siguientes semanas o meses, admitió que mientras no exista una coordinación entre autoridades, la CATEM seguirá tirando desechos.
“Van a seguir almacenando más y más y más (basura) y eso ya sale del (control del) municipio de Oaxaca de Juárez, por tratarse de residuos sólidos urbanos de más municipios”.
GOBIERNO ESTATAL Y FEDERAL, LOS RESPONSABLES, ACUSAN
A pesar de las acusaciones que ha recibido el municipio capitalino en torno a que su permisibilidad provocó que se estableciera aquel tiradero, Rosado Duarte afirmó que los verdaderos responsables fueron el gobierno del estado y el gobierno federal, a los que corresponde la custodia de El Playón.
“Es zona federal, así que Oaxaca de Juárez ni siquiera tiene facultades para sancionar. Tendrían que haber entrado las instancias federales con colaboración del gobierno del estado, que ellos sí tienen facultades para poder sancionar”, aseveró.
Desde su óptica, el gobierno capitalino cumplió con lo que la normativa establece y que fue levantar actas administrativas acerca de lo que estaba pasando en el río Atoyac y girarlas a instancias estatales y federales, que no emprendieron ninguna acción.
“Más ya no podemos hacer”, reiteró.
Sobre si los mandos de Seguridad Pública Municipal pudieron haber impedido en septiembre, con una estrategia adecuada, que los vehículos de CATEM llegaran a la ribera del río Atoyac, sostuvo que los transportistas “han ido a tirar (basura) hasta a la Plaza de la Danza y sin que lo pudiéramos siquiera evitar.
“Son grupos radicales muy difíciles de controlar y la Policía Municipal no tiene, creo, los elementos necesarios para poder actuar sin el apoyo por parte de la Federación y también del estado”.
–Se impuso un poder fáctico, ¿Secretario?, se le cuestionó y a ello respondió:
— Pues no quisiera yo decirlo así, pero yo creo que sí.
“ESTAMOS REBASADOS”, ADMITEN
Por su parte, la secretaria del Medio Ambiente y Cambio Climático de Oaxaca de Juárez, Elsa Ortiz Rodríguez, afirmó que, el año pasado, cuando se comenzaban a tirar los primeros camiones de basura, pidió en cuatro mesas de trabajo la intervención del gobierno del estado y del gobierno federal para que a través de la Guardia Nacional y de la Policía Estatal se resguardara la zona; sin embargo, aseguró, fue ignorada.
“Se hizo el planteamiento sobre qué íbamos a hacer al respecto porque nosotros como municipio estamos rebasados; no se trata de que metamos a Servicios Municipales para que recoja la basura y al otro día otra vez esté lleno.
“Planteé que no era un problema técnico-ambiental, que ya era un problema sociopolítico”, resaltó.
Tal y como lo sostuvo el Secretario de Servicios Municipales, Ortiz argumentó que la ciudad carece de elementos de seguridad suficientes para contener, en su momento, a los transportistas.
“Nosotros solamente tenemos 950 policías municipales; nos veíamos rebasados… pedí el apoyo en esas mesas de trabajo tanto al gobierno estatal como al gobierno federal”, reiteró.
Tras las mesas de trabajo, indicó que los representantes de la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (Profepa) prometieron gestionar, sin concretar nada, el arribo de la Guardia Nacional, mientras que el representante de la Secretaría de Gobierno local descartó la posibilidad de permitir la intervención de fuerzas estatales.
“El representante del gobierno, de la Secretaría de Gobierno estatal dijo ‘no… es que no se puede porque habría una ruptura social (y) se nos vendrían algunas organizaciones encima, pero sí lo vamos a tratar’”, recordó.
Hoy por hoy, agregó la funcionaria, el gobierno de Oaxaca de Juárez carece de suficiencia tanto para impedir que se continúe tirando basura en los márgenes del río, pero también para remover las más de 8 mil toneladas de basura que yacen en la zona.
–¿No fue omisión que el gobierno de Oaxaca de Juárez haya permitido llegar, al comienzo de la crisis, esos vehículos a la zona del playón?, se le inquirió.
–No, no es omisión porque sí se levantaron las actas; no es omisión porque sí se convocó a los tres órdenes de gobierno; no es omisión porque sí se estuvo hablando con cierta gente que empezó a tirar basura y se les dijo que no había ningún convenio ni nada con ellos y que buscaran un sitio de disposición final si querían ellos estarle cobrando a los ciudadanos para tirar su basura.
Y así entre autoridades municipales que admiten estar rebasadas, un gobierno estatal que no da señales de vida ni de importarle el tema ambiental, miles de toneladas de basura se pudren a orillas del Atoyac y los comerciantes de la Central de Abastos siguen sufriendo la pestilencia que despiden los desechos, no dan solución ante el grave foco de salud pública.
Mientras CATEM sigue con el jugoso negocio y en total impunidad.