Como verdaderos “borregos” así se conducen las y los legisladores de Morena y sus aliados en el Congreso federal de San Lázaro, porque mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador mantenía distraídos a las y los mexicanos en el país con su “covid”, el pleno legislativo aprobaba vía fast track 9 iniciativas de reformas, sin leerlas ni analizarlas.
Terrible la destrucción que han hecho de las instituciones públicas, en lugar de fortalecerlas, de corregir lo que está mal, de castigar severamente la corrupción, y el mayor revés para el presidente López Obrador es sin duda el fracaso de su política de salud, aquella que dijo que seguiría los pasos de Dinamarca y Noruega, ¿se acuerdan?
Hoy se vio prácticamente acorralado por la falta de resultados en materia de salud pública y tuvo que aceptar la desaparición del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi) el que suplió al Seguro Popular y aquel 29 de noviembre de 2019 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto para establecer la nueva institución, cuyo objetivo era crear un sistema de salud pública de primera y gratuito.
Nada se cumplió.
La realidad que viven miles de mexicanos que no tienen acceso a la salud le dio la bofetada al gobierno populista de la #4T, porque los servicios de salud sufrieron un terrible deterioro al registrarse una escasez aguda de medicamentos y vacunas, el saldo de la pandemia de covid-19 mal manejada, donde se contabilizaron más de 700 mil muertos.
Y lo que no tiene nombre, más de 3 mil infantes con falta de medicamentos para alivianar el cáncer, ver a los papás de niños suplicando por los fármacos, a las mujeres víctimas también de esa terrible enfermedad llorando porque no tenían ni siquiera acceso a las quimioterapias.
Dejaron de realizarse más de 40 millones de consultas externas, al igual que 1.3 millones de mastografías, 1.6 millones de pruebas de papanicolaou y el gasto a los bolsillos de las y los pacientes creció en un 40%, datos que se aportaron en el debate en el pleno legislativo de San Lázaro por el legislador Salomón Chertorivski de Movimiento Ciudadano.
Una verdadera catástrofe de salud pública.
Desaparecer al Insabi de un plumazo en San Lázaro le valió críticas severas de la oposición a las y los diputados morenistas, como la intervención del legislador Salomón Chertorivski, quien fuera exdirector del extinto Seguro Popular y quien les dijo a sus homólogos morenistas que “nuevamente, en lugar de estudiar, de aprender, de reconocer, la decisión es tirar al agua sucia de la bañera con todo y el niño, lo que mi abuela siempre me dijo que había que evitar”.
“Este nuevo esperpento (IMSS Bienestar) fracasará y costará más vidas de las que hemos perdido”, predijo el legislador de oposición al anunciarse que el desaparecido Insabi ahora pasará a formar parte del Instituto Mexicano del Seguro Social, que se sostiene del pago de cuotas obrero-patronales y que no es compatible con ese sistema de salud pública que pretenden poner en marcha.
El problema no solamente es la derrota del Insabi como salud pública, hay que revisar que el nuevo sistema de salud que echarán andar en tres meses es el plazo que fijaron los sesudos diputados morenistas, en el tiempo que le resta al presente sexenio federal, es muy complicado que pueda dar resultados.
Pero además ante el fracaso del Insabi, ¿pagarán los responsables?, ¿habrá castigo para quienes dejaron en la indefensión y a la deriva a millones de mexicanos?, o ¿es borrón y cuenta nueva?
Ahora vienen las impugnaciones de varias de estas reformas ante el Poder Judicial de la Federación con la amplia posibilidad de que se declaren inconstitucionales y lo mismo va a pasar si logran desaparecer al Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública (INAI), en lugar de fortalecerlo, porque gracias a este organismo supimos de la corrupción en Segalmex y de las casas de Manuel Barlett.
Nunca más un gobierno autoritario y retrógrada, ese era el discurso trillado de López Obrador, hoy su gobierno es la viva esencia de lo que tanto criticó.
DE COLOFÓN:
El encargado de la política interna en Oaxaca Jesús Romero López, alias “El mero, mero”, también empresario del ramo hotelero sería notificado el próximo lunes por parte de las autoridades municipales de Mitla por un adeudo sobre la continuación de operaciones que alcanza los $180 mil pesos del Hotel Boutique “Casa Regina” el cual es de su propiedad.
Esta es una de las principales razones por las que el funcionario público, a quien le gana la soberbia, y se la pasa repartiendo culpas de los errores garrafales que comete, por las que se confrontó con el edil Luis Mitla, porque le pidió que si son “amigos” prácticamente le permitiera a su hotel seguir operando sin pagar un solo centavo al Ayuntamiento mitleco.
Que le condonara el adeudo de tres años que viene arrastrando su hotel. Es moroso.
Ahora su negocio estaría en grave riesgo de ser clausurado, al negarse a cumplir con sus obligaciones de pago.
También tiene otros negocios en esa población.
Todo esto viene a colación porque el pasado miércoles en la conferencia de seguridad que encabezó el titular de la Secretaría de Gobernación, arremetió contra los pueblos que se oponen a la instalación del Centro Integral de Revalorización de Residuos Sólidos Urbanos (Mitla, San Lorenzo Albarradas y Roaguia) a quienes llamó ignorantes y manipuladores.
Ahora resulta que los pueblos son los ignorantes, cuando son ellos, el gobierno de Oaxaca los que no consultaron, no informaron ni socializaron una propuesta que nadie conoce, que bien puede ser bueno, pero no es correcto pretender imponerles a las comunidades de forma autoritaria una obra que estamos casi seguros que ni el proyecto ejecutivo completo tienen.
Y hoy se sabe que Romero López está muy molesto con las autoridades municipales de Mitla porque no quiere pagar la continuación de operaciones de su hotel, pide que le condonen $180 mil pesos.
Ahora bien.
Chucho Romero mandó a dos de sus estrategas políticos a dialogar con las autoridades comunales de San Lorenzo Albarradas, porque él nunca estuvo ahí, pero sus colaboradores creyeron que invitándoles la parranda a los líderes comuneros estaría todo resuelto y le vendieron la idea “al mero mero” de que ya todo estaba planchado.
Incluso hay una publicación en redes sociales de Romero López donde les reconoce el “trabajo en equipo”, aquí se las compartimos, porque además de ser unos irresponsables, son mentirosos. Todavía les puso “honor a quien honor merece”.
Y vino el revés de la población. Una gran lección para un funcionario autoritario, por esas actitudes y la mala conducción que ha hecho de la política interna, ha metido en broncas con los municipios al gobernador Salomón Jara Cruz.
Aunque les diré que la conducción de la administración gubernamental en Oaxaca es una mala copia de lo que hace el presidente Andrés Manuel López Obrador, en todo lo imitan, hasta en el modito de caminar.
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