● Desalentar las uniones/matrimonios de niñas y adolescentes: Prioridad de Estado para avanzar hacia el desarrollo
● GESMujer impulsa en redes sociales el activismo digital de niñas, niños y adolescentes indígenas y afromexicanas a favor de sus derechos
De acuerdo a los datos del Censo de Población de 2020 del INEGI, en México, 7.5% de las adolescentes indígenas vivían casadas o unidas. El mismo año, los estados en los que se concentraba una mayor cantidad de mujeres indígenas de 12 a 17 años casadas o unidas eran Chiapas, Oaxaca y Guerrero: en estas tres entidades habitaba la mitad de las adolescentes indígenas que se encontraban en esta condición.
Los datos estadísticos son relevantes para identificar una problemática, para visibilizar las graves violaciones a los derechos humanos de las niñas y adolescentes, pero sobre todo debe ser un llamado a la acción, por el impacto que tiene en la vida de cada una de ellas y porque representa un obstáculo para el desarrollo de nuestro estado y del país.
La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, establece el Derecho a la igualdad sustantiva de niñas, niños y adolescentes, por lo que se requiere llevar a cabo acciones específicas para alcanzar la eliminación de costumbres, tradiciones, prejuicios, roles y estereotipos sexistas o de cualquier otra índole que estén basadas en la idea de inferioridad.
Como GESMujer reconocemos los avances legislativos, el impulso de leyes que protejan a las infancias, que tipifiquen los delitos como el matrimonio infantil, pero es urgente sumar esfuerzos y voluntades a fin de dialogar con las comunidades acerca de las costumbres sociales y culturales que alientan o permiten matrimonios o uniones de niñas y adolescentes, así como impulsar un acompañamiento desde el Estado y sus instituciones amparadas en la Ley.
Como una contribución a este diálogo comunitario, en el marco del proyecto “Por un Oaxaca de niñas y mujeres vivas, libres y sin violencias” GESMujer impulsa en redes sociales el activismo digital de niñas, niños y adolescentes indígenas y afromexicanas a favor de sus derechos.
A través de una metodología participativa, líderes de comunidades actualmente se encuentran trabajando en la promoción de los derechos a la igualdad, sexuales y reproductivos, a vivir libres de violencias, con énfasis en desalentar el matrimonio infantil, adolescente, embarazo temprano, además de prevenir la violencia digital, pues desafortunadamente, internet también representa riesgos para la niñez y la adolescencia. Según las encuestas nacionales, 25% de las y los adolescentes de entre 12 y 17 años ha vivido alguna forma de ciberacoso en México. (UNICEF,2021).
Como resultado de esta labor niñas, niños y adolescentes se encuentran generando contenidos para plataformas digitales como Tik Tok, FB e Instagram, a los cuales se puede acceder a través de las redes sociales de GESMujer.
Es evidente que las uniones tempranas y forzadas, en gran parte con hombres mayores que ellas, además de constituir un delito, representan un gran freno para el avance de las niñas y adolescentes en su educación, salud, participación comunitaria y desarrollo de liderazgos, por ello debe ser una prioridad de Estado favorecer su desarrollo a fin de que puedan ejercer sus derechos, tomar decisiones y definir planes de vida, avanzando hacia su autonomía y siendo agentes de cambio.
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