A pesar del desalojo con gases lacrimógenos de un grupo de normalistas que protestaba anoche a las afueras de Palacio de Gobierno, la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) determinó continuar con el plan de acción avalado por su pasada Asamblea Estatal y dar por concluidas las movilizaciones programadas en el marco de su paro de labores del 22 y 23 de mayo.
La secretaria general del magisterio disidente, Yenny Aracely Pérez Martínez, informó que el próximo sábado se llevará a cabo una nueva reunión donde se “valorarán” las respuestas otorgadas por las autoridades estatales tras sus protestas de lunes y martes, pero adelantó que la siguiente actividad, según el calendario aprobado con anterioridad, será un paro de 72 horas.
En una entrevista otorgada la víspera, la lideresa sostuvo que aún no estaban definidas la fecha de la siguiente suspensión de clases, aunque se ha divulgado que está prevista para el 29 y 30 de mayo, así como primero de junio.
En torno al zafarrancho registrado anoche, luego de que normalistas vandalizaron el Palacio de Gobierno, la máxima representante de la Sección 22 condenó cualquier acto de represión contra aquel movimiento.
“Condenamos cualquier acto de represión contra los normalistas. A lo largo de la lucha magisterial de la Sección 22 hemos refrendado el compromiso y acompañamiento con la lucha de los normalistas”, indicó la dirigente, para luego dar paso a su mensaje a los maestros.
Sobre la mesa de negociación sostenida este martes con el gobierno estatal, indicó que ésta giró en torno a temas de justicia y seguridad, como castigo a los responsables de la represión de Nochixtlán, en 2016, y la demanda de que se garantice la estabilidad social en Santiago Amoltepec, donde durante los últimos cinco meses han sido asesinados cuatro maestros, lo que mantiene suspendidas las clases en todos los niveles educativos en aquella municipalidad desde hace más de un mes.