Washington. El expresidente Donald Trump convocó este sábado a los republicanos a unirse en torno a su candidatura presidencial por ser “el único que puede derrotar” al ahora presidente Joe Biden, casi seguro candidato demócrata a las elecciones de 2024.
Pero la fuerza política de Trump en el partido republicano podría convertirse en un problema en los comicios del próximo año, cuando su aparente extremismo en temas sociales –inmigración, aborto, educación– pueden provocar rechazo entre votantes moderados y centristas.
“Tengo una ventaja de más de 40 puntos” sobre los demás aspirantes, dijo Trump en un anuncio-exhorto de televisión, en el que destacó que los demócratas esperan que el partido republicano se divida y sostenga una larga y peleada campaña primaria que los debilite.
El problema es que no se trata sólo de la campaña. Además de Trump, hay al menos seis aspirantes republicanos conocidos: el gobernador de Florida, Ron DeSantis; el senador de Carolina del Sur afroestadounidense Tim Scott; la exembajadora ante Naciones Unidas, Nikki Haley; el exgobernador de Arkansas, Asa Hutchison; el empresario Vivek Ramaswami; el locutor derechista Larry Elder y, por supuesto, aunque no ha formalizado sus intenciones, el exvicepresidente Mike Pence.
La abundancia de aspirantes a tomar el lugar de Trump, a pesar de la enorme popularidad del ex-mandatario entre los republicanos y la casi certidumbre de que es el más probable candidato presidencial de su partido, está motivada por los problemas legales y políticos que enfrenta.
Según la prensa política estadounidense, los republicanos tradicionales creen que un Trump que tiene ya una imagen negativa entre no republicanos podría convertirse en un candidato incuestionable en el partido, pero una desventaja en las elecciones generales.
De hecho, se espera que un fiscal especial federal presente cargos contra Trump por su manejo de los documentos secretos que según las autoridades retuvo de manera ilegal en su residencia de Mar-a-Lago (Florida) al salir de la Casa Blanca.
Igualmente, se aguarda la determinación de un fiscal estatal del estado de Georgia en un caso en el que Trump aparece como responsable de tratar de cambiar los resultados de la elección presidencial en ese estado.
Expertos legales creen viable que Trump sea acusado y condenado por temas relacionados con los documentos clasificados.
Esa esperanza lleva también a que los aspirantes a tomar el lugar de Trump se esfuercen en asumir posiciones políticas similares y que atraigan a los seguidores del exmandatario.