Las comunidades de Santa María y San Miguel Chimalapas determinaron romper cualquier tipo de diálogo con el gobierno del estado y demandaron la intervención directa del gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador en busca de llegar a acuerdos que permitan desactivar el bloqueo que mantienen desde hace tres días sobre la carrera Transístmica.
En representación de los más de mil comuneros que yacen a la altura del crucero El Mezquite, los inconformes reiteraron sus demandas que giran en torno a agilizar la ejecución de la sentencia por medio de la cual la Corte regresó a Oaxaca 162 mil hectáreas de selva y celeridad a la resolución de los juicios agrarios comenzados en contra de 19 núcleos fundados por invasores chiapanecos.
Ante las desavenencias sostenidas durante los últimos días con las autoridades estatales, que incluso se negaron a instalar una nueva mesa de trabajo en territorio Chimalapa, el presidente municipal de Santa María, Abel Antonio Guzmán, sostuvo que aunque lo persigan o lo maten, él velará por los intereses de su comunidad, por lo que el bloqueo sólo será retirado cuando arribe un representante de la Federación.
“Hasta el día de hoy estamos esperando la presencia de algún enviando de parte del gobierno federal. Por orden de asamblea, no queremos tener diálogo con el gobierno del estado”, indicó Antonio Guzmán.
“Nos mintieron, nos mintieron desde un principio porque nunca nos compartieron la información ni mucho menos nos consultaron que iban a tomar un transitorio, el famoso acuerdo amistoso que crearon en la zona sur”, agregó el representante, sobre la decisión del gobierno de Oaxaca de regresarle a Chiapas una porción de territorio que la Corte le habían cedido a esta entidad y que involucraba partes de los municipios de Arriaga, Tonalá y Cintalapa.
A pesar de aquella determinación, los Chimalapas acusan que ni el gobierno de Chiapas ni el de Oaxaca han hecho lo pertinente para restituirle a San Miguel y Santa María los terrenos que les fueron despojados y cuya lucha por recuperarlos comenzó hace 50 años.
“Incluso me pueden matar pero yo siempre voy a seguir luchando por los derechos de mi pueblo”, reiteró el edil.