TULUM, Q. Roo.– Hasta 365 toneladas de rastrillos, jeringas, autopartes, botellas de PET, tapas, cubiertos desechables y microplástico mezclado con sargazo se acumulan en los 150 kilómetros de costa que tiene la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an, Quintana Roo.
Esta Área Natural Protegida, la más grande del Caribe mexicano y declarada en 1987 por la UNESCO como Patrimonio Natural de la Humanidad, es un ejemplo de biodiversidad al tener ecosistemas como manglares, bosques tropicales, pantanos, dunas costeras, arrecifes, ríos subterráneos y cenotes.
Encontramos más de 300 especies de aves migratorias y residentes, así como especies emblemáticas como el jaguar, tortugas marinas y tapires”, destacó Alonso Serna, coordinador del Programa de Conservación de Selvas y Humedales de Los Amigos de Sian Ka’an.
Aunque en la reserva hay poca basura generada por los visitantes, llega mucha arrastrada por las corrientes marinas, ya que por su posición geográfica, en Sian Ka’an recalan residuos procedentes de los seis continentes. Hasta 99% proviene de 45 países. En un recorrido, Excélsior encontró tres botellas de agua vacías fabricadas en República Dominicana, China y Panamá.
La reserva es uno de los sitios de México con mayor vulnerabilidad a los efectos del cambio climático, debido a que en Punta Allen, la parte habitada, cada vez es más evidente la crecida de los mares que le van ganando terreno a la playa.
Plásticos ahogan a la Biosfera de Sian Ka’an
Enclavada en Quintana Roo, esta reserva se está viendo afectada debido a que desperdicios de al menos 45 países terminan en esta joya ecológica, la cual anida, al menos, nueve tipos de ecosistemas, como manglares, entre otros
TULUM, Q.Roo.— El Arco Maya es la puerta de entrada a la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an, el lugar donde nace el cielo, declarada en 1987 como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco.
Un portento de biodiversidad con al menos nueve tipos de ecosistemas entre manglares, bosques tropicales, pantanos, dunas costeras, arrecifes, ríos subterráneos y cenotes.
“Aquí encontramos más de 300 especies de aves migratorias y residentes, así como especies emblemáticas como el jaguar, tortugas marinas y tapires”, destacó Alonso Serna, coordinador del Programa de Conservación de Selvas y Humedales de Los Amigos de Sian Ka’an.
Esta área natural protegida, la más grande del Caribe mexicano, ofrece además invaluables servicios ambientales por ser un eficaz sumidero de dióxido de carbono, zona de reproducción de especies pesqueras de importancia comercial como la langosta y una barrera natural contra tormentas y huracanes como parte del Sistema Arrecifal Mesoamericano.
Miguel Ángel Canseco, coordinador general del Festival de los Océanos del Caribe Mexicano, destacó que, lamentablemente, este paraíso no se salva de la plaga del siglo XXI.
“Este es el ejemplo perfecto de cómo el océano nos regresa lo que nosotros le damos, y en este caso es plástico”, indicó.
El también director de Responsabilidad y Comunicación Corporativa de Delphinus, explicó que Sian Ka’an tiene la particularidad de que por su posición geográfica recalan residuos procedentes de los seis continentes.
“Aquí vamos a encontrar una parte muy pequeña de basura que se genera por visitantes, porque realmente la cantidad de turistas es muy escasa, pero en contraste vamos a hallar mucha basura que llega arrastrada por las corrientes marinas y que viene de muchas partes del mundo”, detalló.
De acuerdo con la Conanp, 99% de los residuos que terminan en Sian Ka’an llegan procedentes de al menos 45 países.
Un cálculo conservador establece que en los 150 kilómetros de costa de la Reserva de la Biosfera hay acumuladas aproximadamente 365 toneladas de desechos.
En un recorrido realizado por Excélsior, pudimos encontrar sin mayor esfuerzo tres botellas de aguas vacías de PET fabricadas en Santo Domingo, República Dominicana; China y Panamá.
Además de rastrillos y material médico como jeringas enterradas en la arena, pasando por partes de automóvil, tapitas de refresco, cubiertos desechables y muchísimo microplástico mezclado con sargazo, partículas muy pequeñas que son ingeridas por los peces y al final terminan en nuestras mesas.
Festival de Océanos
Ante esta realidad, Miguel Ángel Canseco advirtió que es necesario sembrar la semilla de la educación ambiental en las nuevas generaciones con iniciativas como el Festival de los Océanos del Caribe Mexicano que en su edición número 11 llegó hasta Sian Ka’an para realizar una limpieza de playas.
Subrayó que se trata de una llamada de alerta, porque se calcula que si seguimos como hasta ahora, para el año 2050, habrá más plástico en el mar que peces nadando.
“Más que limpiar playas, lo que estamos haciendo es sensibilizar a las personas, para tratar de cambiar sus hábitos de consumo, ya no de reducir o reciclar el plástico, sino de rechazar los plásticos de un sólo uso, porque estos son los que están afectando más el ecosistema marino”, manifestó.
Al final de la jornada sabatina se recolectaron 414 kilos de desechos por 54 voluntarios de Delphinus, Amigos de Sian Ka’an, el municipio de Tulum, Maya Ka’an, Punta Allen Limpio, la delegación municipal Javier Rojo Gómez y Tulum Circula.
“Conseguimos captar 91 kilos de residuos terrestres no reciclables; 158 kilos de residuos marinos como redes de pesca y cuerdas rotas; 50 kilos de PET; 2.5 kilogramos de latas de aluminio; 109 kilogramos de vidrio, principalmente de cerveza y 2.8 kilogramos de tapitas de refresco”, precisó el coordinador general del Festival de los Océanos del Caribe Mexicano.
Emergencia Climática
La Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an es uno de los sitios de México con mayor vulnerabilidad a los efectos del cambio climático, debido a que en la parte habitada, en la colonia de pescadores de Punta Allen, cada vez es más evidente la crecida de los mares que le van ganando terreno a la playa.
Lucía Cosgaya, habitante de Punta Allen, comentó que debido a esta situación ya desapareció una carretera que fue construida en su momento frente a la playa.
Hace 30 años había tres playas más de las que ahora tenemos, y evidentemente el cambio climático es hoy una realidad en nuestra comunidad”, reconoció.
Al respecto, Alonso Serna, coordinador del Programa de Conservación de Selvas y Humedales de Los Amigos de Sian Ka’an, dio a conocer que como parte de los esfuerzos por enfrentar el cambio climático trabajan en la restauración de 500 hectáreas de manglar en la zona conocida como El Playón.
Precisamente, con el fin de hacer conciencia sobre la emergencia climática que enfrentamos como planeta, en el marco del Festival de los Océanos del Caribe Mexicano, se realizan foros con expertos en la salud de los mares; actividades artísticas, gastronómicas y culturales, así como divulgación de la ciencia y concursos de dibujo infantil y creación de cineminutos para jóvenes, que sorprenden por la profundidad de sus propuestas.
Tenemos muchas formas de llegarle a diversos públicos locales, nacionales e internacionales, desde niños, mujeres y jóvenes creadores”, puntualizó Miguel Ángel Canseco.
Actualmente, en el Aeropuerto de Cancún, los turistas nacionales e internacionales pueden conocer un poco más del Festival de los Océanos del Caribe Mexicano, con una atractiva exposición, mientras recorren los pasillos para tomar su vuelo o se trasladan de una sala a otra de abordaje.
Fuente: Excélsior