Las campanas de las iglesias en varias partes del país, repicaron al cumplirse 365 días de la muerte de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, los mártires de Cerocahui, quienes junto con Pedro Palma y Paul Berrelleza fueron asesinados a manos de Noriel Portillo “El Chueco”.
En punto de las 15:00 horas, empezaron a sonar las campanas de los templos en Chihuahua como las de Catedral, el Sagrado Corazón de Jesús y San Francisco en el primer cuadro de la ciudad, así como en Santa Teresita de la colonia Dale.
Las capillas pertenecientes a la Diócesis de Tampico, Matamoros y Ciudad Victoria en el estado de Tamaulipas, también hicieron sonar sus campanas mientras algunos feligreses se sumaban en un minuto de silencio por todas aquellas personas que fueron víctimas de la delincuencia y también para las familias que continúan en su lucha de búsqueda de sus seres queridos desaparecidos.
Por otra parte, diversos templos en el estado de Durango, como la Catedral Basílica Menor se unieron al repique de campanas de este martes, momento que la Diócesis de la entidad aprovechó para hacer referencia a “aquellos que han trabajado incansablemente por el bien común y han sido víctimas de la violencia”.
“Es un signo y compromiso que tenemos todos a favor de la paz, en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús”, dijo el sacerdote Julio Carrillo Gaucín, párroco de la parroquia del sagrado Corazón de Jesús, ubicada en la Comarca Lagunera de Durango.
Asimismo, las Diócesis de Córdoba y Orizaba, en el estado de Veracruz, se sumaron al llamado de la Iglesia Católica para honrar la memoria de las víctimas de la violencia, como fue el caso de los sacerdotes chihuahuenses.
En el caso de Coahuila, templos de Lerdo, Torreón y Gómez Palacio, replicaron el sonido de sus campanas ante la convocatoria hecha por la Conferencia del Episcopado Mexicano para hacer un llamado a la Paz, un Alto a la Violencia, la Delincuencia y los Asesinatos.
En el caso de la Catedral Basílica de Aguascalientes, el párroco Juan Espinoza Jiménez de la Diócesis de dicha entidad, encabezó una oración, en la que expresó la consternación de la Iglesia por la situación de violencia que se vive a nivel nacional.
Fuente: El Sol de México