“La televisión crea un público voraz al que no le basta un edificio de cien pisos que se viene abajo ni un avión que se estrella cerca del sol. Insaciable, quiere más. La letra impresa teje su magia de otra manera”, afirma el fallecido periodista, Julio Scherer García, en el prólogo de un libro esclarecedor sobre vida y acciones de: “El yunque, la ultraderecha en el poder”, autoría de Álvaro Delgado -reportero de Proceso cuando elaboró esta investigación en el año 2003-, y actualmente uno de los conductores de la barra de opinión de www.sinembargo.mx
El chantaje del empresario de Tv Azteca, Ricardo Salinas Pliego, para no pagar impuestos, por medio de Javier Alatorre reviviendo el fantasma de “ahí viene el comunismo” que “adoctrinará con ideologías extranjeras a la niñez y juventud mexicanas”, tiene como antecedente la eterna lucha del conservadurismo por controlar el sistema educativo.
Los libros de texto siempre han tenido y tendrán una carga ideológica, recuerdan expertos, ante la discusión respecto a los que se utilizarán en el ciclo escolar 2023-2024. La distribución de libros para la educación básica trata de ser frenada, en tribunales, por abogados de Claudio X. González, jefe real del Frente Amplio por México. Es un negocio de mil 500 millones de pesos de las editoriales que antes los imprimían.
Antes del 28 de agosto, deberán publicarse los programas de estudio definitivos que constituyeron la base para la elaboración de los nuevos textos. Sin embargo, ante la campaña de ataques mediáticos y desinformación existentes, a partir de este martes 8 se llevarán a cabo conferencias vespertinas para informar sobre los contenidos y desmentir las mentiras que circulan sobre ellos. El objetivo es que la opinión pública se entere, en voz de los pedagogos y expertos, cualquier duda que exista. Se revisará libro por libro con los especialistas que lo elaboraron en las transmisiones de los medios públicos del Estado. Información y más información para combatir la infodemia propalada por estos mismos intereses.
Menester es que, una vez conociéndolos, se valore la perspectiva humanista, científica, justicia social e inclusión, que contienen las materias, ahora conocidas como campos formativos. En los cinco libros de primaria, ha dicho la SEP, se transmitirán conocimientos en lenguaje, saberes, y pensamiento científico, humano, comunitario, ético, naturaleza, sociedades, inclusión, pensamiento crítico, interculturalidad, crítica, igualdad de género, vida saludable y apropiación de las culturas y artes: “Una educación centrada en la dignidad humana, la solidaridad, el amor a la patria, el respeto, el cuidado de la salud y la preservación del medio ambiente”.
Para Manuel Gil Antón, investigador del Colegio de México, la modificación del modelo educativo se ubica en el concepto de escuela activa en la que se integran las distintas disciplinas para entender un tema y unificar los conocimientos que a la niñez y juventud le pueden resultar más útiles que en el esquema de educación enciclopédica tradicional. La educación basada en la resolución de problemas genera mejor actitud hacia el aprendizaje.
Hay que decirlo. Detrás de las críticas, disfrazadas de llamados a corregir supuestos errores e imprecisiones, se esconden poderosos intereses comerciales y confesionales (la Iglesia católica mexicana), que hacen causa común con el partido Acción Nacional y células fascistoides concentradas en la Unión Nacional de Padres de Familia, como parte de la vasta red ideológica y política conocida como Organización Nacional El Yunque, que ocupó importantes cargos en los gobierno de Vicente Fox, formación que sigue activa porque sus integrantes son ahora dirigentes partidistas, legisladores o están incrustados en gobiernos estatales y municipales.
“El Yunque es producto del trabajo pionero de organizaciones radicales como el MURO, enemigo a muerte de los rojos de la UNAM, cuya consigna acompañada de pintas y golpizas amedrentadoras era cristianismo sí, comunismo no”, resume don Julio Scherer, en el prólogo al libro de Álvaro Delgado. En el fondo, sigue muy activa la disputa entre dos maneras de percibir el mundo y mirar a través del sistema escolar, instrumento técnico que en todas las sociedades contribuye a la difusión de ideología, en el sentido gramsciano del término.
Como si estuviéramos en la “guerra fría” entre las dos potencias mundiales de los años 50, los ultraconservadores ven en los libros de texto una “conjura judea masónica comunista”. Y convocan a quemar libros como hizo Hitler o que los padres arranquen páginas que no deben leer sus hijos, sin revisar antes el contenido y sin importarles la formación integral de las nuevas generaciones: “Los quieren ideologizar y convertirlos en esclavos sumisos del comunismo”, vomita Alatorre. ¡Válgame, Santa Cachucha!
@ernestoreyes14