Eagle Pass, Texas.- Luego del estudio realizado por la Comisión Internacional de Límites y Aguas -CILA- en el que se dio a conocer que casi el 80 por ciento del muro flotante instalado en el Río Grande para evitar el paso de inmigrantes ilegales hacia Estados Unidos, por el área de Eagle Pass/ Piedras Negras, estaba en territorio mexicano, y tras algunas notas diplomáticas emitidas por el gobierno de México, este viernes iniciaron los trabajos de reubicación de la barrera.
De acuerdo con información confirmada por un oficial del Departamento de Seguridad Pública de Texas -DPS- para este medio de comunicación, se moverán las boyas alrededor de dos metros, de modo que estarán localizadas sobre suelo estadounidense, y aunque los trabajos iniciaron este viernes, se estima que tomará aproximadamente una semana completar dicha tarea.
La compañía constructora que instaló durante el pasado mes de julio 305 metros de muro flotante, regresó a Eagle Pass para mover las bases de concreto en las que se fijaron las boyas.
Apenas esta semana se dio a conocer en la demanda del Departamento de Justicia de EU al estado de Texas que las boyas estaban ubicadas sobre aguas mexicanas.
Respecto a lo anterior, el gobierno de Texas, liderado por Greg Abbott, había mencionado que el muro no viola los tratados de aguas entre los países, ni las leyes que rigen el límite del río, porque las boyas fueron colocadas en aguas poco profundas.
Pero aun con esos argumentos, decidieron dar marcha atrás en la ubicación de la barrera y, por lo tanto, es relocalizada en estos momentos. En referencia al retiro total y definitivo de dicha cerca, por atentar contra la seguridad de los migrantes, aún no se ha cerrado el caso.
Todo el tema alrededor del muro flotante ha generado mucha polémica entre líderes, expertos en migración y el público en general, pues hay quienes apoyan la medida y quienes se oponen alegando que esta y los demás recursos utilizados por Abbot a través de la Operación Lone Star atentan contra la integridad física y la vida de las personas.
Fuente: El Financiero