*A 20 años de fundar Consorcio Para el Diálogo Parlamentario, Sánchez Maya confirmó que las cifras sobre feminicidios son maquilladas por las autoridades en turno para no afectar sus administraciones
La violencia feminicida en Oaxaca es un fenómeno que no se detiene debido a la falta de voluntad de las y los operadores de justicia del Estado a los que muchas veces no les conviene que se termine la impunidad, afirmó la activista y defensora de derechos humanos, Yésica Sánchez Maya.
En el marco del 20 aniversario de la asociación civil oaxaqueña Consorcio para el Diálogo Parlamentario, Sánchez Maya, una de las fundadoras de la agrupación, reiteró que en esta entidad se han maquillado los datos sobre violencia de género, con el objetivo de no “afectar” políticamente a las administraciones en turno y acusó que existen infinidad de casos de asesinatos de mujeres donde desde la propia Fiscalía de Oaxaca las carpetas de investigación se comienzan de manera deficiente con el objetivo de darle oportunidad al “cuate” o al “amigo” de evadir la acción de la justicia.
En entrevista con Primera Línea MX, la abogada resaltó que un ejemplo de la falta de voluntad de los funcionarios locales es que no todos los asesinatos de ciudadanas son indagados desde un principio como feminicidio –en un atentado contra las normas estatales y federales– lo que impide que la sociedad registre las dimensiones reales de tal problemática.
“El patriarcado no se va por un tipo penal; el patriarcado se sostiene, el machismo se sostiene y sí: ha sido complicadísimo”, lamentó la activista.
“No (se) ha podido marcar un precedente importante en Oaxaca; a veces, sentencias medias, medias… y tantito las cuestionan los defensores y te la echan para atrás. Hemos tenido batallas duras con Fiscalía, con el Ministerio Público”, abundó.
En ese sentido, reiteró que al menos el 50 por ciento de los crímenes de mujeres no se tipifican como feminicidio, lo que hace que los registros de organizaciones no gubernamentales y el gobierno nunca coincidan.
“Para nosotras es que toda muerte violenta se investiga sobre feminicidio y hasta que vas a consignar, (hasta) que tienes toda la investigación, puedes decir si sí o no (es feminicidio), pero es una ofensa y es un manejo político de que este es feminicidio y ahora ya no es feminicidio”, resaltó.
Sánchez, quien ha sido promovida en dos ocasiones para convertirse en titular de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), subrayó que el Congreso estatal reformó las leyes locales para obligar a las autoridades a acatar aquellos protocolos de investigación, pero “no quieren porque el patriarcado está bien enraizado en quienes son los operadores o las operadoras de justicia”.
Caso María del Sol
La especialista en Derecho aseveró que uno de los casos afectados por la corrupción y las fallas estructurales del sistema político y de justicia estatales es el asesinato de la fotoperiodista María del Sol Cruz Jarquín, hija de la periodista Soledad Jarquín Édgar, cuyas indagatorias fueron obstaculizadas desde la propia Fiscalía de Oaxaca, entonces encabezada por Rubén Vasconcelos Méndez.
“Hubo mucho obstáculo por parte de Fiscalía. Fiscalía se volvió como autora fundamental en toda esta línea de enrarecer las pruebas y generar un andamiaje como frágil para generar impunidad…
“Hay cantidad de casos donde el compadre, el amigo… dejan como esta línea de ‘vamos a proteger al amigo, al cuate, o es que le debo lo de la campaña’”, apuntó.
La fotoperiodista María del Sol Cruz Jarquín fue asesinada el dos de junio de 2018 en la ciudad de Juchitán de Zaragoza en la región del Istmo de Tehuantepec, junto con la candidata a concejal de la alianza PRI-PAN-Partido Verde, Pamela Terán, y el chofer de esta última, Adelfo Guerra.
María del Sol Cruz Jarquín fungía como jefa del departamento de Comunicación Indígena Intercultural de la Secretaría de Asuntos Indígenas, que era encabezada en aquel momento por Francisco Javier Montero López y quien, según las acusaciones, le ordenó a la joven trasladarse a Juchitán para apoyar la campaña del hermano de éste, Hageo Montero López, que aspiraba a la presidencia municipal.
Por el caso, dos personas fueron detenidas y liberadas por las autoridades y únicamente un exfuncionario de la propia dependencia, Heliodoro Altamirano Charis, fue sentenciado, pero por el robo del equipo de la hoy extinta.
“Lo que hizo falta fue voluntad política, lo que hizo falta fue romper el pacto de impunidad y complicidad que había entre la clase política y los responsables del feminicidio”, denunció Sánchez Maya.
Sánchez sostuvo que hubo tal cantidad de irregularidades en la investigación, que “dejaron en total indefensión el litigio”.
Existió, abundó, un andamiaje de impunidad que no fue roto ni por el ex gobernador Alejandro Murat ni por los fiscales Rubén Vasconcelos ni Arturo Peimbert.
“Me parece que el feminicidio pasa por varios filtros, por eso es que es tan difícil y complicado que el Estado diga ‘tengo un problema con la violencia contra las mujeres…’
“Me acuerdo mucho cuando Rubén Vasconcelos decía que no había feminicidios y reportaba pocos… Cuando Conavim (Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres) iba a repartir recursos ya no le dieron más (a Oaxaca) ‘porque no tienes problema; entonces, no te puedo dar dinero’.
“Eso yo siempre lo traigo al centro porque decíamos: ‘Si hay un problema, se reconoce, porque trazas un mapeo, pero si lo ocultas difícilmente puedes decir quiero dinero o quiero esta política o quiero esta relación interinstitucional’”.
Y repitió: “El feminicidio, lamentablemente, no sólo es un tema de Fiscalía, es un tema de la política de Estado de parte del Congreso, de Salud; se vuelve un andamiaje tan necesario que no lo hay y, entonces, sigue perpetuándose el feminicidio”.
20 años de activismo
Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad fue fundado un 25 de agosto y desde entonces, por 20 años, ha encabezado diversas luchas legales en pro de la igualdad de género.
En 2005, la agrupación defendió a una niña sordomuda que fue víctima de violación y a la cual las autoridades de la entidad pretendían prohibirle la práctica de un aborto.
Después de una serie de confrontaciones con el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, que intentaron alargar los procesos jurídicos con el objetivo de que la menor perdiera la posibilidad de interrumpir el embarazo provocado por el ultraje en su contra, la joven ciudadana obtuvo justicia gracias a la movilización de activistas.
“La ley no fue suficiente para las y los funcionarios: fuimos a Salud, fuimos al juzgado penal, (y) nos hicieron dar una cantidad de vueltas para que el tiempo se extendiera y no pudiera interrumpir el embarazo.
“Al final, una semana después de cumplido el plazo, dice el juez que era derecho expedito de la víctima decidir qué hacer con su cuerpo, pero, afortunadamente, tuvimos compañeras aliadas por lo que se pudo hacer la interrupción”.
Lo anterior dio pie a una reforma por medio de la cual en el estado se elevó a ley el derecho al aborto por violación.
“Eso permitió que Oaxaca tuviera el procedimiento de aborto por violación en el 2005”.
En 2007, desde Oaxaca, Consorcio para el Diálogo Parlamentario se volvió a confrontar con las autoridades estatales por la defensa de la ley que despenalizó el aborto en la Ciudad de México.
Desde entonces la agrupación acompañada por otras activistas oaxaqueñas impulsó durante cinco años un movimiento en contra de la violencia de género que en agosto de 2012 desembocó en una nueva reforma de ley que tipificó el feminicidio dentro del Código Penal estatal.
Tipificación del feminicidio y el caso Dafne
“Después de la sentencia del Campo Algodonero de la Corte; entonces, dicta sentencia sobre el caso de Juárez y dice ‘tienes que dignificar, tienes que hacer procedimientos sobre el tema de desaparición de mujeres’ y se arma una ola nacional y empujamos en cada uno de los estados que se tipificara, logramos la tipificación (del feminicidio).
El mismo grupo de mujeres defensoras asumió meses después la defensa de la familia de Dafne Carreño, una mujer de 21 años de edad que en abril de 2013 fue asesinada por su expareja sentimental.
Fue la primera vez en Oaxaca que el asesinato de una mujer fue tipificado como feminicidio a raíz de la reforma impulsada meses antes.
Tras 9 años de proceso judicial, en mayo de 2022, la jueza Cuarto de lo Penal del Distrito Judicial del Centro sentenció a Alejandro Enrique Rivera López a 74 años, 3 meses y 7 días de prisión, por el feminicidio agravado de Dafne Carreño Bengochea.
“Fue el primer caso que se consignó por feminicidio y es la fecha que estamos todavía litigando el caso, pero fue interesante el comportamiento misógino de la defensa, mirar el comportamiento misógino desde el propio Poder Judicial de cómo se iba generando un tipo penal feminista, un tipo penal que interpelaba la misoginia.
“La defensa en los juzgados era súper misógina: me acuerdo mucho del abogado diciendo que Dafne no tenía calidad ética ni moral… casi, casi que se merecía que la mataran; a ese nivel.
“Un tipo penal de esta magnitud hizo emerger la cosa oscura del patriarcado con los defensores de los feminicidas; entonces, nos sirvió mucho; dimos batallas porque alguien ahí interpuso un amparo diciendo que era anticonstitucional el tipo penal. Entonces el abogado decía que era más grave matar a tu mamá o a tu papá que matar a una mujer o a un niño y el Poder Judicial le dijo ‘claro que no porque el tipo penal es constitucional’”.
La agrupación también ha liderado la promoción de otras modificaciones a la ley como la que permitió la despenalización del aborto en Oaxaca, en 2019.
“En este momento ya somos mayores de edad; entonces, se viene, justamente, no despegarse de la agenda que hemos traído; dos, ir reforzando los liderazgos jóvenes y el tema de sostenernos justamente como una voz crítica y con mucha claridad de cómo afirmar lo que sabes que está pasando.
“No andamos buscando cargo ni nada solamente haciendo un trabajo de defensa de las mujeres y de los derechos humanos…”, dijo la activista, consultada sobre el futuro de la organización.
“Nos sigue justamente consolidar lo que ya está empezado… de estar atentas, pendientes, seguir cuidando esa relación de confianza, esas relaciones de respaldo. Yo lo decía el viernes: ‘Somos por todos porque por todos somos’.