La violencia del narcotráfico que tiene bajo asedio al estado de Chiapas desde el año pasado está afectando todos los niveles de la vida en la región. Miles de personas desaparecidas y desplazadas es el saldo de una disputa por el territorio a manos de distintos carteles, situación que, se ha reportado, también está mermando la actividad turística.
Hace unos días se publicaron en distintos medios de comunicación declaraciones anónimas de guías turísticas que aseguran que diversos sitios arqueológicos en el estado se han vuelto inaccesibles debido a la presencia del crimen organizado. Sin embargo, el Instituto Nacional de Antropología e Historia emitió un comunicado afirmando que es falsa esta situación.
El organismo señaló que “mantiene el control de los sitios y continúa atendiendo las responsabilidades que le otorga la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos”, aunque los testigos indican que la presencia de grupos armados es real y ha provocado la cancelación de visitas por parte de agencias de turismo extranjeras.
”Piden tu identificación para ver si eres poblador, para ver si realmente vives en la zona”, dijo uno de los guías a AP al describir un retén casi permanente en el camino al sitio arqueológico Lagartero.
”Te quitan el celular, te hacen que les des la contraseña y te revisan tus conversaciones para ver si de pronto no perteneces a algún grupo o algo”, añadió. “En una de esas, llegue otro grupo contrario y se desate una balacera y tengas problemas, ¿no?”.
El acceso a Yaxchilán, que se realiza en bote gracias a los pobladores de Frontera Comalapa, está afectado por las incursiones de los criminales que amenazan a esta comunidad y el propio INAH ha recomendado a los turistas no acudir en ciertos periodos pues “podrían tener una experiencia de visita frustrada”, aunque asegura que los factores son de índole social.
Las batallas entre los cárteles en Chiapas se agravaron en 2023, en coincidencia con el aumento de la cantidad de migrantes —que suman alrededor de medio millón por año— a través del Tapón del Darién, de Sudamérica a Centroamérica y de allí, a través de México, a la frontera con Estados Unidos.
Fuente: Vanguardia