La ciudadana Rosa E. G. desmintió los señalamientos hechos en su contra por parte de su sobrina, Karla Guadalupe González Ortiz, quien la acusó de orquestar un supuesto despojo en el municipio de Tehuantepec, Oaxaca.
Rosa E. G., sostuvo en entrevista, que el inmueble en referencia ha pertenecido durante más de un siglo a su familia y que en la actualidad se encuentra intestado tras la muerte de su padre.
Sin embargo, la entrevistada de 70 años, explicó que desde 2013 existe un juicio sucesorio intestamentario con el objetivo de definir, de entre la descendencia de su padre, a los legales propietarios y en el cual no ha intervenido Karla Guadalupe González Ortiz ni la madre de la mujer.
“Es una casa muy grande; está en el Centro Histórico de Tehuantepec… es un monumento histórico, data de 1892, que es cuando nace mi abuelo (y) que son los últimos datos que tengo.
“(La casa) era de mi bisabuela… es una casa muy grande que hemos ido cuidando de generación en generación; a veces los problemas de intestado y de (todo) eso han atrasado un poco el decir ‘es mío’, pero hay otras formas de posesión”, subrayó.
Sobre el conflicto que mantiene actualmente con su cuñada y su sobrina, Rosa E. refirió que ellas llegaron a vivir a su domicilio por ser familia de un hermano ya fallecido.
No obstante, a pesar de ello, sostuvo que González Ortiz y su madre no tienen intervención en el proceso legal, pero aún así han pretendido despojarla de la casa a través de actos de acoso, violencia contra las personas y las cosas y corriéndola de la propiedad.
Lo anterior, abundó, se ha traducido en la existencia de cinco denuncias penales, cuatro de ellas durante los últimos ocho meses.
En ese mismo sentido, explicó que hace 10 años, en 2014, se llevó a cabo un proceso de juicio oral contra su sobrina y su cuñada por una serie de daños causados a un vehículo de motor de su propiedad, al que le fueron pinchadas con picahielo los cuatro neumáticos.
En aquel momento, agregó la mujer, tanto su sobrina como la madre de la joven pagaron mil 500 pesos como reparación del daño y se comprometieron a no continuar las agresiones.
Sin embargo, dijo la entrevistada, el acoso se reactivó desde la muerte de su hermano, el año pasado, quien era cónyuge y padre de las personas con las que se ha confrontado.
“Aquí hemos vivido muchos, no nada más la señora: se han pasado a vivir familiares, nueras, tíos hermanos…”.
Ante ello, añadió, durante los últimos meses fueron promovidas cuatro carpetas de investigación más por los delitos de violencia, despojo y allanamiento de morada.
Agregó que en el desahogo de los cargos por violencia, la representación legal de su sobrina y su cuñada ha pospuesto las audiencias.
Asimismo, Rosa E. G. rechazó que ella haya incurrido en allanamiento de morada o en un intento de despojo el pasado seis de febrero, como fue señalada, pues, abundó, lo que ocurrió aquel día fue que su sobrina y su cuñada le habían impedido el paso a la vivienda cambiando candados.
Lo anterior, propició que solicitara el apoyo de su yerno, pero también de elementos de la Policía Estatal y de un agente del ministerio público para que pudiera reingresar a la vivienda.
También descartó que su yerno haya llevado aquel día un arma de fuego.
“Si mi yerno hubiera entrado con un arma yo creo que en ese momento se lo hubieran llevado; nada más me ayudaron a abrir la puerta porque yo estoy recién operada (y) no voy a hacer fuerzas y menos contra ellas dos; los policías me ayudaron a abrir la puerta eso fue todo lo que pasó”.
Indicó que los últimos actos de intento de despojo de los que fue objeto ocurrieron a finales y comienzos de 2024, cuando estuvo convaleciente a raíz de una operación que le fue practicada, incluido el del seis de febrero.
Karla Guadalupe González Ortiz ofreció a comienzos de semana una rueda de prensa para denunciar un supuesto acto de despojo cometido en su contra.
Rosa E., por su parte, solicitó a las autoridades agilizar el procedimiento que determinará a los reales propietarios de la vivienda.