Mario Romero/Álvaro Morales
El director del Monte de Piedad de Oaxaca, Omar Julián, ha utilizado recursos públicos para defenderse de las acusaciones por acoso que recaen en su contra, denunció este viernes Liliana Altamirano, ex funcionaria de la dependencia y quien mantiene activa una denuncia penal en contra del servidor público.
La ciudadana protestó a las afueras del Consejo de la Judicatura de Oaxaca (CJO), en la colonia Reforma, para acusar, también, presuntos actos de tráfico de influencias y corrupción, que incluyen la cercanía entre los allegados de Omar Julián y el juez del caso, Édgar David Cruz Santiago.
La última situación derivó incluso en una queja ante el CJO, precisó la denunciante, quien agregó que la situación jurídica del funcionario, sobre si es procesado o no por los cargos, quedará definida el próximo lunes.
Ante los medios de comunicación, Altamirano sostuvo que la audiencia inicial de su caso se llevó a cabo el pasado miércoles 24 de abril, donde el servidor público fue acusado de los delitos de hostigamiento sexual, cohecho, coalición de los servidores públicos e intimidación.
Sin embargo, refirió que la diligencia se llevó a cabo en medio de múltiples irregularidades, entre ellas que el director del Monte de Piedad se hizo acompañar durante la audiencia realizada en día laboral y horario laboral por empleados de la dependencia.
“Se hizo acompañar para una acción intimidatoria por empleados del Monte de Piedad, empleados que reciben un salario de la ciudadanía”, recriminó la mujer, al tiempo de recordar que la denuncia fue interpuesta contra un funcionario y no contra la institución.
Asimismo, refirió que el día de la audiencia se enteró que el director del Monte de Piedad había abierto procesos administrativos en su contra, de los cuales dio parte a la Secretaría de Honestidad y a otras instancias del Poder Ejecutivo, en un posible hecho de tráfico de influencias.
Asimismo, agregó que momentos después del término de la audiencia, el asesor del director del Monte de Piedad, identificado como Rafael Milton Cervantes Ortega, regresó a la sala y, al pensar que la denunciante ya se había retirado de la zona, le preguntó a un trabajador “¿ya se fue David?”, en alusión al juez.
Liliana Altamirano agregó que al percatarse que ella aún estaba en la sala, el asesor optó por volver a salir.
Ante ello, la ex servidora pública se presentó ante el CJO para denunciar públicamente los hechos y demandar que el juez o los jueces que se encarguen del caso cumplan con hacer valer la perspectiva de género.
Asimismo, demandó la apertura de un proceso para indagar la posición del juez y su relación con la parte acusada.