CIUDAD DE MÉXICO.- La empresa Latinus y algunos de sus colaboradores, como Lorenzo Córdova y Denise Dresser, acusaron persecución y una posible violación a la ley de datos personales, luego de que Pablo Gómez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), difundió operaciones financieras de la compañía.
Latinus criticó que la UIF justifique una investigación en el hecho de que la empresa está registrada en EU. «No tenemos nada que esconder. Latinus conoce sus obligaciones y derechos, y tenemos todo en regla», manifestó en un comunicado.
«Estoy analizando con mis abogados cuáles son los delitos que se cometieron, y se presentarán los recursos jurídicos que correspondan», dijo ayer Lorenzo Córdova, aludido en las revelaciones de la UIF.
Abogados consultados consideraron que la difusión de datos privados de una empresa asentada en Delaware, como Latinus, podría ser materia de litigio en EU, pues esas compañías tienen protección de su gobierno.
Denise Dresser consideró que la nueva exhibición de datos personales evidencia un «imperativo de venganza» y un «afán persecutorio» por parte de AMLO.
Ayer, Pablo Gómez, titular de la UIF, difundió operaciones privadas entre el conglomerado de compañías que conforman Latinus, y exhibió los pagos realizados a sus colaboradores.
Dijo que no se persigue a Loret o a periodistas, sino a las empresas de Latinus denunciadas en mayo de 2021 ante la FGR por corrupción y lavado de dinero.
Se investiga, detalló, la actividad de cinco empresas que configuran Latinus: Latinus Media Group, cuyo dueño es Cristian González Guadarrama; Latinus Media Radio; Latinus Media Mx; Digital Beacon Programatic y BCG Limited Consulting.
Acusó que estas empresas reciben dinero de entidades públicas como Gobiernos estatales y facturan productos farmacéuticos y servicios de salud. Entre 2019 y 2024 recibieron dos mil 437 millones de pesos.
Gómez dijo que Latinus Media MX tiene sede en Delaware, EU, y que la UIF ha confirmado transferencias «inusuales» certificadas con bancos mexicanos.
Según la UIF, distintos periodistas de Latinus recibieron dinero triangulado entre empresas del mismo dueño y, durante la mañanera, exhibieron datos personales de los colaboradores y sus ingresos.