– La competencia se realiza en Estocolmo, Suecia. Ambas crearon un proyecto que consiste en la reutilización del agua usada en la elaboración de tapetes artesanales de Teotitlán del Valle, para la producción de hortalizas.
Las jóvenes oaxaqueñas Shanni Valeria Mora Fajardo y Rosa Mendoza Sosa, originarias de Teotitlán del Valle, compiten hoy por el Premio Nobel del Agua en Estocolmo, Suecia, con un proyecto que busca la reutilización del agua usada la elaboración de tapetes, la principal actividad económica y cultural de esta comunidad de Oaxaca, para la producción de hortalizas.
Ambas representan a México en la competencia internacional más importante en materia de agua destinada a las juventudes, el Stockholm Junior Water Prize, con el proyecto denominado “Reuse of Inked Water with Homemade Filtration to Produce Veggie Gardens”, informó la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
La dependencia federal detalló que esta iniciativa desarrollada en Teotitlán del Valle, Oaxaca, busca transitar hacia una economía circular a través del uso del agua tratada, proveniente de telares familiares, en la producción de hortalizas.
“El innovador proyecto no sólo tiene el potencial de mejorar la calidad de vida en la comunidad, sino que también es un ejemplo inspirador de cómo las soluciones locales pueden contribuir a los desafíos globales”, agregó la Conagua.
También mencionó que el uso eficiente y la reutilización de agua tintada mediante técnicas de filtración casera permitirán a las familias de Teotitlán del Valle cultivar sus propios alimentos, reducir el desperdicio, promover prácticas agrícolas sostenibles, cuidar y gestionar de manera sostenible el agua, y generar un impacto positivo en la economía local.
En un video difundido en redes sociales, Shanni Mora y Rosa Mendoza, explicaron que su proyecto nació cuando identificaron que en su comunidad hay una severa problemática sobre la escasez de agua, recurso hídrico utilizado en la principal actividad económica de la comunidad, la elaboración de tapetes artesanales.
“Nosotras, por querer equilibrar esta parte de cómo podemos recuperar el agua sin afectar la parte cultural, el legado de la comunidad, identificamos que podíamos crear esta solución que son los filtros caseros con materiales naturales, que la gente puede entender muy fácilmente.
“Es muy fácil de implementar una solución estratégica y económica sin dejar de lado la parte cultural; pueden seguir produciendo sus tapetes y al mismo tiempo preservando el recurso hídrico”.
Las dos jóvenes mencionaron que quizá no tengan los recursos económicos y la tecnología que manejan estudiantes de otras escuelas que también compiten, y que es probable que las condiciones no las favorezcan, pero “hay que ser resilientes, hay que seguir con nuestros proyectos, echándole ganas y los resultados van a venir, los apoyos, las oportunidades van a venir, siempre hay que tomarlas, no desperdiciarlas, siempre ese será mi mensaje”.
Independientemente del resultado, manifestaron que van a la competencia tranquilas porque su proyecto es bueno, va bien fundamentado: “independientemente de lo que califiquen los jueces, nuestro proyecto es bueno y queremos darlo a conocer al mundo. Esperamos que nos vaya bien”.