La Cámara de Diputados Federal aprobó la reforma constitucional en materia de pueblos y comunidades indígenas y afromexicanos. La votación del dictamen en lo general alcanzó la mayoría calificada con 492 votos.
Esta iniciativa fue presentada por el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador y en ella se reforma, adiciona y deroga el artículo 2° de la Constitución Política.
Con estas modificaciones se establece que “la nación tiene una composición pluricultural y multiétnica sustentada originalmente en sus pueblos indígenas, que son aquellas colectividades como una continuidad histórica de las sociedades precoloniales establecidas en el territorio nacional que conservan, desarrollan y transmiten sus instituciones sociales, normativas, económicas, culturales y políticas, o parte de ella”.
También incorpora el reconocimiento de los pueblos y comunidades indígenas, incluyendo a los pueblos y comunidades afromexicanas, como sujetos de derecho público, con personalidad jurídica y patrimonio propio, así como su identidad cultural, con especial atención en el reconocimiento de los derechos de niñas, niños, adolescentes y jóvenes indígenas y afromexicanos.
Según el dictamen aprobado, la reforma el derecho a decidir conforme a sus sistemas normativos a sus representantes y sus formas internas de gobierno; preserva, difunde y fomenta su cultura, lenguas y educación, con base en sus métodos de enseñanza-aprendizaje; promueve el desarrollo de la medicina tradicional y prácticas de salud, alimentación nutritiva, bioculturalidad e integridad de lugares sagrados, así como el reconocimiento del trabajo comunitario.
Y “fija el derecho a ser consultados y cooperar de buena fe para adoptar y aplicar las medidas que puedan causar impactos significativos en su vida o entorno, para lo cual les brinda asistencia jurisdiccional idónea”.
La abogada zapoteca e integrante de la Red de Abogadas Indígenas (RAI), Flora Gutiérrez, señaló que en sus intervenciones varios diputados hablaron de naciones indígenas, pero van a votar una reforma que no reconoce a los pueblos indígenas como naciones indígenas, sino que se reafirma a México como una “nación única e indivisible”.
Aunque afirmó que es un avance el reconocimiento a los pueblos indígenas como sujetos de derecho público con personalidad Jurídica, así como la administración de recursos de manera directa, señaló que preocupa el retroceso en temas como tierra, territorio, derecho a la consulta y la gentrificación.
Además, Flora Gutiérrez aseguró que la reforma carece o le falta el enfoque antirracista en la salud, educación, justicia, entre otros, “ya que el racismo es un problema estructural que genera mayor desigualdad”. “No importa”, sentenció, “los pueblos seguiremos resistiendo”.