En días recientes la secretaria del Medio Ambiente, Biodiversidad, Energías y Sostenibilidad del gobierno del estado de Oaxaca, a cargo de Karime Unda Harp, anunciaba que, debido a que menos del 3% de los vehículos de automotor realizan la verificación vehicular en el estado, el gobierno estatal endurecerá las medidas a partir del próximo año. Comenzando con operativos y multas o a través de servicio social, a quienes no cumplan con la verificación en los dos semestres del año. Esta decisión está justificada, en palabras de la propia secretaria en un video que se encuentra en las redes sociales de esta dependencia del día 18 de septiembre, porque busca mejorar la calidad del aire para una salud en conjunto para los oaxaqueños.
Esta noticia ha generado un importante número de reacciones, en su mayoría de rechazo hacía las medidas y multas anunciadas, y no es para menos, en este gobierno de la primavera del bienestar encabezada por Salomón Jara, lo que menos se tiene es coherencia en la toma de decisiones que afectan de manera directa al pueblo oaxaqueño. Pero vamos por partes.
En primer lugar, en página web del gobierno del estado, en su publicación del 17 de septiembre de este año, daba a conocer que, con el fin de atender el rezago histórico para la protección y cuidado de la calidad de aire en Oaxaca, iniciarían los filtros para la revisión de hologramas de verificación vehicular. Asegurando que la verificación es una medida sencilla, pero de gran impacto en la protección de nuestro aire, nuestra salud y cuidado del medio ambiente. Por su parte, en la página web de la secretaria de Medio Ambiente, anunciaba que los propietarios deben presentarse en los centros de verificación, con los vehículos en buenas condiciones mecánicas, con los aditamentos y accesorios anticontaminantes que especifica el fabricante.
Estos argumentos, a pesar de que pudieran parecer una broma del mal gusto para los oaxaqueños, no lo son. Si bien existe un rezago histórico en la protección del medio ambiente y la calidad del aire, el humo de un incendio es más dañino que el de los coches. Sobre esto existen infinidad de artículos científicos, uno de los más recientes es el elaborado por investigadores del Instituto Scripps de Oceanografía y de la escuela de Salud Pública y Ciencias de la Universidad de California, publicado en la revista Nature Communications, en el cual determinan que el humo expulsado al aire durante los incendios forestales es hasta 10 veces más tóxico para la salud humana que las partículas expulsadas por el tráfico urbano. Y sobre incendios forestales en Oaxaca no hay políticas de prevención eficientes; mucho menos de contención, basta con recordar los decesos de este año a causa de estos fenómenos.
Por otra parte, hablar de tener vehículos en buenas condiciones en el estado de Oaxaca, es pensar que los oaxaqueños compran de agencia un vehículo cada tres o seis meses, de lo contrario, no se puede justificar la relación entre buenas condiciones físicas y mecánicas del vehículo, y las pésimas condiciones del mayor número de las vialidades en todo el estado. Afortunadamente, sobre este tema, también existe evidencia científica que sustenta que las malas condiciones de las vialidades causan un deterioro y reducción de la vida útil de los componentes mecánicos, eléctricos y químicos, al estar constantemente sujetos a cargas cíclicas de fatiga.
Sumado a esto, el congestionamiento vehicular, por el aumento del parque vehicular u obstrucciones por exigencias sociales, en las principales vialidades, también genera un exceso en las emisiones vehiculares. Entropías de la movilidad le llaman los científicos.
Ante esto casos, ni los gobiernos municipales, ni los estatales, han fomentado una estrategia intergubernamental eficiente para subsanar las pésimas condiciones de las vialidades más allá del primer cuadro de la ciudad, y en general, en todo el estado. Como tampoco existe un proyecto al corto plazo que permita generar información para afrontar la problemática del aumento del parque vehicular y la obsolescencia de las actuales vialidades ante este crecimiento. Mucho menos se espera que ya no se registren más bloqueos por parte de grupos sociales, sindicales o vecinales que, precisamente, ante la ineficiencia burocrática gubernamental en sus respectivas áreas de atención, se obliga a la manifestación y bloqueos de vialidades como moneda de cambio para obtener soluciones.
En segundo lugar, la secretaria de Medio Ambiente da a conocer en su página web que la justificación técnica para la doble verificación vehicular es el estudio de Emisiones de Gases Criterio del Estado de Oaxaca 2012. Argumentando que los vehículos, también conocidos como fuentes móviles, son la segunda fuente generadora de monóxido de carbono. Sin embargo, y después de una revisión de dicho informe, los principales emisores de gases contaminantes son las fuentes fijas, es decir, las empresas manufactureras, y las del tipo área que contemplan los incendios forestales, aguas residuales, almacenamiento de combustibles, uso de fertilizantes y solventes, quema de combustibles y corrales de engorda.
Sobre este tema, en un gobierno donde verdaderamente se implemente el uso de la razón y coherencia, se priorizaría el realizar estudios, principalmente, para actualizar los datos y tomar decisiones con información de mayor fiabilidad. No obstante, tal parece que la tecnificación y análisis científico no es algo habitual del gobierno primaveral.
En tercer lugar, es trascendente señalar el eslogan que se utiliza para motivar a los oaxaqueños a realizar las verificaciones correspondientes. Esta estrategia de marketing contiene la expresión “Verifica para cuidar tu salud”, en una imagen que también contiene los altos costos de los hologramas. Seguramente, al verla miles de oaxaqueños se habrán preguntado ¿en qué beneficia a mi salud los altos costos de una verificación dos veces al año? Lo que sí queda claro es que verificar no ayuda en nada en la salud financiera de los oaxaqueños.
Aunque tampoco queda claro qué tanto beneficia al cuidado de la salud física cuando están a la vista los innumerables factores de contaminación ajenos al automóvil con efectos directos a la ciudadanía. Y que, además, no cuentan con la debida atención y seguimiento por parte de autoridades municipales ni del gobierno del estado. Como, por ejemplo, la falta de un sistema de almacenamiento y tratamiento de residuos sólidos, las inexistentes plantas tratadoras de agua residuales, las unidades del transporte público y de carga que emiten una gran cantidad de gases contaminantes, la falta de mantenimiento del arbolado urbano, y las fuentes de contaminación visual y auditiva.
Si para la secretaria de medio ambiente se trata de impulsar la doble verificación del automóvil para el cuidado de la salud de los oaxaqueños, ¿por qué no comenzar con la verificación de la contaminación de ríos y arroyos? ¿Por qué no verificar que los centros comerciales o empresas privadas y públicas, como el caso del centro de convenciones, no descarguen sus aguas residuales en ríos y arroyos? Como el caso reciente en Santa Lucía del Camino, municipio donde habitantes denunciaron la contaminación del llamado “río chiquito” con aguas negras, con efectos directos en los pozos y la salud de los vecinos. Donde el presidente municipal de dicho municipio señaló que las descargas provenían de otro municipio, pero los vecinos detectaron una descarga de aguas negras al señalado río, proveniente del centro comercial “Macroplaza” ubicada dentro de la demarcación municipal. Y así como en Santa Lucía del Camino, hay muchas otras demarcaciones donde la contaminación de los mantos acuíferos está a la vista, ¿dónde queda entonces el amor a la verificación por parte de Karime Harp?
Sobre esta línea, y si es mucha la preocupación por parte del gobierno del estado por la salud de los oaxaqueños, ¿porque no verificar la caducidad de los insecticidas contra el dengue antes de utilizarlos? ¿Por qué dejó crecer la crisis de los contagiados de dengue para después salir con su circo del mega tequio contra el dengue? Y en el contexto actual, ¿por qué existe una crisis en el sector salud con la suspensión de cirugías por falta de autoclaves e insumos?
A saber, si bien es cierto que la verificación vehicular es una medida acorde para la contención en la emisión de gases contaminantes, lo cierto es que el método autoritario impulsado por el gobierno cercano al pueblo de Jara no es para nada el más adecuado. Mucho menos considerando que las condiciones previas de las vialidades no son las óptimas para asegurar condiciones físicas y mecánicas aceptables en gran porcentaje de vehículos.
Sin dejar de mencionar que al gobernador se le olvida qué estado gobierna, ya que el costo económico previo a la verificación, y durante el proceso de ésta, es muy alto para el promedio de los oaxaqueños. En este punto resulta atractiva la opción de afiliarse a algún sindicato, porque en tierra de nadie tal parece es la única manera de ser inmunes a cualquier sanción o aplicación de la ley.
Finalmente, antes de implementar toda estrategia en materia de cuidado del medio ambiente, es necesario que la secretaria de Medio Ambiente revise la ley vigente en materia de equilibrio ecológico y la protección al ambiente, donde en gran parte de sus artículos se establecen las facultades y obligaciones para las instituciones del Estado. Teniendo como objetivo el auto verificarse y determinar si han cumplido o no con la principal encomienda de garantizar el derecho de toda persona para vivir en un medio ambiente sano para su desarrollo, salud y bienestar, para posteriormente verificar a los demás. Aunque también es cierto que esta iniciativa, más allá del interés ambiental, tal vez tenga por objetivo aumentar los ingresos para el gobierno del estado, y tener el financiamiento necesario para continuar disfrutando de contar con adornos para cada festividad, pero facturados en millones de pesos. Solo tal vez.