La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), a través de una alerta temprana, informó que tiene registro de al menos tres incidentes desde el año 2021 en los que niños y niñas de Oaxaca han sufrido graves lesiones e incluso la muerte, por las malas condiciones en las que se encuentra los planteles escolares en el estado.
El más reciente ocurrió el 30 de agosto de 2024, cuando una alumna del tercer grado de la Escuela Secundaria Técnica número 2, ubicada en la avenida Quintana Roo, Loma Bonita, Oaxaca, sufrió lesiones derivadas por la caída de un ventilador colgante del techo del salón de clases.
Mientras que en el año 2023 una alumna que, mientras se encontraba recibiendo clases en la escuela primaria “Abraham Castellanos” ubicada en “El Espinal, Oaxaca”, también sufrió lesiones de consideración en diversas partes del cuerpo al caerle un ventilador de techo ubicado en el aula en que recibía clases.
Estos dos casos, de acuerdo a la investigación realizada por la DDHPO, se debieron al deterioro de las instalaciones en que funcionan las escuelas públicas.
El incidente más grave ocurrió en el año 2021, y fue la muerte de un menor de edad tras caer en fosa séptica de una escuela primaria en San Lorenzo Cacaotepec, y por el que el gobierno del estado tuvo que ofrecer una disculpa pública.
En este caso, apuntó el organismo, “si bien es cierto, no necesariamente está vinculado al estado de deterioro en que pudiera haberse encontrado el plantel, si se generó por un descuido relacionado con la falta de supervisión respecto del funcionamiento de la fosa séptica, dejándose de lado el riesgo que ello puede generar al alumnado”.
La DDHPO señaló en su alerta temprana que la poca o nula supervisión respecto del estado en que se encuentra la infraestructura en que funcionan los diferentes planteles educativos de nivel preescolar, primaria y secundaria con que cuenta el Estado, ha motivado diversos accidentes, incluso graves, en que se ha llegado a la pérdida de vidas humanas.
“Lo anterior, pone de manifiesto la falta de supervisión de las condiciones en que se encuentran las instalaciones de las instituciones educativas, y desde luego la falta de mantenimiento y abandono que conlleva su franco deterioro, lo que impacta en la seguridad estructural de los edificios en que toman clases niñas, niños y adolescentes”, aseguró José Antonio Álvarez Hernández, director de la Primera Defensoría Especializada de la DDHPO.
Antonio Álvarez señaló que la seguridad de los alumnos dentro que asisten a un centro educativo, corresponde a cada una de las personas que estén bajo su cuidado, pues cuando un menor es ingresado a un plantel educativo, los padres de familia depositan en ellos la confianza de dejar bajo su cuidado a sus menores hijos.
“En consecuencia, la responsabilidad sobre las afectaciones que se causen a éstos durante la jornada escolar, es responsabilidad del personal docente y no existe justificación alguna para desligarse de las consecuencias que tuvieran sus actos u omisiones, pues como fue señalado el personal del plantel se erige como cuidadores”.
Pero, además, puntualizó que en un sentido más amplio y en casos como las lesiones derivadas de la caída de un objeto ubicado al interior de un aula, esa responsabilidad trasciende no sólo al personal de limpieza y/o mantenimiento adscrito al plantel, sino que debe escalar a niveles mayores pues no basta con, cómo Instituto contar con la existencia de planteles, sino que estos se encuentren en condiciones óptimas de funcionamiento a fin de evitar riesgos al alumnado que acude a ellos.
“Esto es así ya que las escuelas deben ser espacios seguros en donde las niñas, los niños y adolescentes ejerzan libremente su derecho a aprender, espacios de respeto común y de protección a las y los estudiantes, donde la libertad de expresarse, opinar y participar, y el personal al cuidado del alumnado”.
Por lo tanto, aseguró que el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) asumir la responsabilidad de proteger a la infancia a la que debe otorgar seguridad escolar que no sólo implica el bienestar emocional del alumnado sino a su protección física.