El Observatorio Estatal de Ciudadanas para la Participación Política de Mujeres Indígenas y Afromexicanas, condenó el silencio de las diputadas locales y federales, así como de las senadoras oaxaqueñas, ante la desaparición de la abogada y activista indígena Sandra Domínguez Martínez.
Si desaparición, señaló, no sólo afecta a su familia y comunidad, también representa una grave violación a sus derechos humanos y una alerta sobre la situación de violencia constante que enfrentan las mujeres indigenas y defensoras en Oaxaca.
“Silencio que es inadmisible y podría interpretarse como complicidad con quienes perpetúan estas injusticias. Su silencio nos obliga a pensar que no cuentan con las condiciones adecuadas para ejercer su cargo libre de violencia, lo cual sería gravísimo y prende alertas sobre el ejercicio de una violencia estructural que les impide actuar con autonomía”
El Observatorio recordó a las diputadas y senadoras oaxaqueñas que su compromiso es con el pueblo, “y el pueblo exige cambios reales”, y que como representantes populares, tienen la responsabilidad de defender los derechos de quienes las eligieron.
“Nosotras, las mujeres, esperamos que levanten la voz y exijan medidas concretas para conocer el paradero de Sandra Domínguez Martínez.
Ante este contexto, el Observatorio que es un colectivo de mujeres indígenas y afromexicanas, exigieron a las legisladoras locales y federales, así como senadoras oaxaqueñas, que condenen enérgicamente la desaparición de la defensora de derechos de las mujeres Sandra Domínguez, que requieran a las autoridades investigación exhaustiva y pronta para dar con su paradero, y que se agoten todos los recursos disponibles para encontrarla con vida y que se garantice su seguridad y la de sus familiares.
El Observatorio también demandó a las legisladoras que promuevan la implementación de políticas públicas que aborden las causas estructurales de la violencia contra las mujeres indígenas, como la discriminación, la desigualdad y la falta de acceso a la justicia.
Y que fortalezcan los mecanismos de protección para las mujeres indígenas en situación de riesgo, así como los servicios de atención a víctimas de violencia de género.
Finalmente exigió que condenen la criminalización y revictimización de las víctimas, especialmente por parte de medios y figuras públicas que, con el fin de manipular la opinión pública, buscan tergiversar los hechos relacionados con desapariciones y violaciones a los derechos humanos.
“La desaparición de mujeres indígenas y defensores de Derechos Humanos es una crisis humanitaria que requiere intervención urgente y coordinada de todas las instancias de gobierno. Su liderazgo es fundamental para impulsar cambios reales y transformar esta dolorosa realidad. Honrando el dicho de la presidenta de la República, “Llegamos todas”. ¡Que no falte ninguna!”.