Durante los últimos tres años y medio, tres activistas oaxaqueñas han desaparecido sin que las autoridades hayan podido, hasta el momento, dar con su paradero.
Se trata de Claudia Uruchurtu Cruz, quien desapareció el 26 de marzo de 2021 tras denunciar en múltiples ocasiones actos de corrupción en el municipio de Asunción Nochixtlán; Irma Galindo, defensora de la tierra y el territorio cuyo paradero se desconoce desde el 27 de octubre de 2021 tras haber intentado frenar la tala ilegal que se registra en el bosque de San Esteban Atatlahuca, y, ahora, Sandra Domínguez, desaparecida desde del pasado cuatro de octubre de 2024 junto con su esposo, Alexander Hernández.
Las tres activistas se caracterizan por haber denunciado y confrontado directamente a autoridades municipales y estatales por actos de corrupción.
*Caso Uruchurtu*
El 26 de marzo de 2021, la activista Claudia Uruchurtu fue vista por última vez en el municipio de Asunción Nochixtlán, Oaxaca, luego de haber participado en una protesta en contra de la administración de la entonces edil de Morena, Lizbeth Victoria Huerta, política cercana al hoy gobernador Salomón Jara.
Uruchurtu había denunciado desde 2018 presuntos actos de corrupción en la administración morenista de Victoria Huerta, por lo que había pedido la intervención de los gobiernos estatal y federal, que en aquel entonces encabezaban localmente el priista Alejandro Murat y en el ámbito federal Andrés Manuel López Obrador, en busca de auditorías a las cuentas municipales.
A pesar de sus denuncias, nunca fueron abiertos procedimientos legales para corroborar la correcta aplicación de los recursos públicos por parte de la administración municipal de Asunción Nochixtlán.
El 26 de marzo de 2021, luego de participar en una movilización por la detención arbitraria de una persona, Uruchultu fue desaparecida por funcionarios municipales que trabajaban bajo las órdenes de Lizbeth Victoria, de acuerdo con las investigaciones efectuadas por la Fiscalía de Oaxaca y que fueron confirmadas por el Poder judicial del Estado a través de un proceso penal.
De hecho, un Tribunal de Enjuiciamiento condenó a 60 años de cárcel a Juan Antonio Hernández Martínez, alias El Centinela e identificado como escolta de Lizbeth Victoria.
La pena contra Hernández fue emitida en su calidad de autor material, mientras que a Nelci Yanet Vásquez Jiménez y Rolando Aquino Barrita les impuso una pena de 40 años a cada uno en su calidad de partícipes en la desaparición de Claudia Uruchurtu.
Sin embargo, a pesar de que al menos dos de los sentenciados fueron identificados como trabajadores del municipio de Asunción Nochixtlán, Lizbeth Victoria Huerta fue sentenciada por la jueza del caso a cuatro años de prisión, en una resolución que ha sido apelada por la familia de Claudia Uruchurtu, pues la representante del Poder Judicial reclasificó el delito que recaía sobre la ex alcaldesa, que pasó de desaparición extrajudicial obstrucción de las investigaciones.
*Irma Galindo*
El 27 de octubre de 2021, siete meses después de la desaparición de Claudia Uruchurtu, fue vista por última vez en el metro de la Ciudad de México la activista y guardabosque mixteca Irma Galindo.
La organización Servicios para una Educación Alternativa (Educa) precisó a través de una publicación hecha en su sitio web, que antes de su desaparición, Irma Galindo llevaba años luchando contra la tala clandestina de los bosques de su comunidad San Esteban Atatlahuca, en la región de la Mixteca.
“Irma Galindo también es promotora cultural y de la medicina tradicional, fue suplente de la regidora de cultura de su comunidad en 2017, cuando tuvo más acercamiento sobre el problema de la tala clandestina en los bosques de la sierra mixteca”, resaltó Educa.
En 2018, Galindo denunció la existencia de un aserradero que destruía el bosque de su población y que a pesar del daño contaba con permisos de autoridades federales y la aceptación de autoridades locales y comunitarias.
“En 2019, Irma Galindo trabajaba en un proyecto de rescate y preservación de la cultura y lengua mixteca, en ese mismo año en Tlaxiaco, presentó una denuncia ante la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca por actos de intimidación por parte de servidores públicos.
“A pesar de ello, las cosas siguieron emporando (y) fue hasta octubre de ese mismo año que hizo publica la denuncia de hostigamiento, señalando al presidente municipal Heriberto Nicanor y el comisariado Crescenciano Sandoval Quiroz; un mes después, su casa y la de otros defensores comunitarios fueron incendiadas por un comando armado”, recordó la agrupación.
Educa sostuvo que después de esos hechos Irma Galindo se fue de su comunidad a la Ciudad de México, donde junto a organizaciones de derechos humanos, solicitó en 2021 la protección del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.
“Sin embargo la violencia en su comunidad continuaba pues, de nuevo un comando armado entró a su comunidad asesinando a siete personas e incendiando cerca de 100 casas en Atatlahuca, forzando el desplazamiento de 20 familias…”.
Aquellos hechos ocurrieron entre el 21 y 23 de octubre de 2021 en las localidades de Mier y Terán, Guerrero Grande y Ndoyonoyuji.
Una semana después, el 27 de octubre, fue vista por última vez en la estación del metro Barranca del Muerto en la Ciudad de México, que en aquel entonces gobernaba la hoy presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
*Sandra Domínguez*
Finalmente, la activista mixe Sandra Domínguez desapareció junto con su esposo el pasado 4 de octubre.
De acuerdo con sus allegados, la mujer fue vista por última vez en la comunidad de María Lombardo Caso, perteneciente al municipio de San Juan Cotzocón.
El vehículo en el que viajaba la activista y su pareja fue hallado en Playa Vicente, Veracruz.
Hace cuatro años, Domínguez hizo público que un grupo de varones, entre ellos políticos y funcionarios del partido Morena participaban en un grupo de conversaciones donde se denigraba sexualmente a las mujeres y se compartía contenido íntimo sin consentimiento.
En 2020, denunció la existencia del grupo Sierra XXX y en 2023 uno más denominado Mega Peda; sin embargo, la activista también intervino en casos de injusticia como la desaparición de la joven Zaira Leticia Morales Loyola, donde coadyuvó con la familia en búsqueda de acceso a la justicia.
Además, participó en la denuncia pública y exigencia de justicia ante el presunto feminicidio de la joven Fanny Guadalupe, de 16 años, quien el 26 de septiembre de 2021 fue encontrada muerta en un domicilio de San Juan Cotzocón, Oaxaca.
A pesar de que las autoridades reportaron el caso inicialmente como un suicidio, familiares y activistas acusaron que la hoy extinta había recibido amenazas de muerte por parte del agente municipal de la agencia El Porvenir y había sufrido violencia doméstica por parte de su pareja.