● Exigen una investigación inmediata, independiente, exhaustiva, efectiva e imparcial, en torno a la desaparición de la defensora para identificar a los responsables materiales e intelectuales, y llevarlos ante un tribunal competente, independiente, justo e imparcial
● Llama al Estado Mexicano a adoptar de manera inmediata todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad física y psicológica de las personas defensoras de #DH en Oaxaca, incluyendo a quienes están denunciando la desaparición de Sandra Domínguez
El Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos, programa conjunto de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) y de la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH), realizó hoy un llamamiento urgente a las autoridades mexicanas para que realicen una búsqueda inmediata y efectiva para localizar a la defensora de derechos humanos, Sandra Domínguez, garantizando su presentación con vida y el resguardo de su integridad física y emocional.
El Observatorio demanda además que en el caso de Sandra, quien cumple hoy 21 días de desaparecida, se realice un análisis del contexto. Señalan que Sandra Domínguez es una defensora indígena Ayuujk de Oaxaca; es abogada y acompaña casos de violencia contra mujeres. En el año 2020 denunció públicamente un grupo de WhatsApp en el que participaban autoridades del estado de Oaxaca, y en el que circulaban imágenes sexuales de mujeres indígenas. Sandra, quien era una de las víctimas cuyas imágenes se compartieron, presentó una denuncia penal contra una de las autoridades que participaban en el chat.
Entre los participantes del grupo, que contaba con más de 100 miembros, figuraba Donato Vargas Jiménez, actual coordinador de Delegados de Paz Social en el gobierno del Estado de Oaxaca, encabezado por Salomón Jara. En el 2023, acompañó en su denuncia por violencia familiar del mismo funcionario a Aracely Cruz Jiménez.
Es en este sentido que, a través de una comunicación urgente, el Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos, condenó enérgicamente la desaparición de la defensora ayuujk, Sandra Domínguez; y reiteró “su máxima preocupación por la utilización de actos de violencia, intimidación y amenazas contra las personas defensoras, en particular mujeres defensoras en Oaxaca”.
El llamamiento urgente, además de exigir la presentación con vida de la defensora de los derechos de las mujeres, demanda también llevar a cabo una investigación inmediata, independiente, exhaustiva, efectiva e imparcial, en torno a la desaparición de Sandra Domínguez, para identificar a los responsables materiales e intelectuales, y llevarlos ante un tribunal competente, independiente, justo e imparcial y aplicar las sanciones penales y de otra naturaleza, previstas por la ley.
Aunado a ello, el Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos exige al Estado Mexicano a adoptar de manera inmediata todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad física y psicológica de las personas defensoras de derechos humanos en Oaxaca, incluyendo a quienes están denunciando la desaparición de Sandra Domínguez y solicitando su búsqueda y localización inmediata.
En ese contexto, también se unió a la solicitud de las organizaciones y pidió garantías de seguridad para la familia y las compañeras de Sandra Domínguez con la finalidad de que puedan seguir incidiendo por la búsqueda sin sufrir actos de intimidación, hostigamiento o amenazas.
Durante los últimos años, han sido desaparecidas tres defensoras de derechos humanos en Oaxaca: Claudia Uruchurtu Cruz desaparecida el 26 de marzo del 2021, Irma Galindo Barrios, el 27 de octubre del 2021 y Sandra Domínguez Martínez, el 4 de octubre del 2024.
El Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos es un programa conjunto de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) y la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH); tiene sede en Suiza, Francia y Bélgica y su objetivo es prevenir o remediar situaciones de represión contra los defensores de los derechos humanos