Dos días después de su asesinato, ocurrido en la ciudad de Oaxaca, los indígenas triquis Adriana y Virginia Ortiz García fueron sepultadas ayer en la localidad de El Rastrojo, Copala, perteneciente a la región de la Mixteca.
Antes de su inhumación, familiares y ciudadanos participaron en una misa de cuerpo presente efectuada en el templo católico de la comunidad.
La también activista y hermana de las víctimas mortales, Emelia Ortiz García, confirmó la realización del sepelio, al tiempo que exigió justicia y reiteró que se trató de una ejecución extrajudicial en la que, reveló, ella también era uno de los blancos.
“Siempre caminamos juntas, sé que los asesinos pagados desde la oscuridad del poder habían decidido mi muerte y nos esperaban a las tres”, publicó a través de sus redes sociales.
“Dios no quiso llevarme todavía, por eso juro ante ustedes que mientras tenga vida la dedicaré a que haya justicia. Los asesinos ayudados por falsos gobernantes y cómplices ambiciosos desde hoy no dormirán tranquilos porque con la ayuda de Dios habrá castigo para ellos”, agregó.
Emelia Ortiz público imágenes y videos de las ceremonias religiosas, en las que participaron decenas de personas.
“Hermanas de mi sangre descansen en paz porque voy a sacar fuerzas para que su muerte no haya sido en vano”, subrayó.
“Cuando tuvimos consciencia de la lucha de nuestros padres y de todos los hermanos triquis en nuestra nación, decidimos con la familia apoyar de corazón la lucha contra el mal gobierno que nos sumía en la pobreza.
“Fuimos a la ciudad y conocimos del apoyo de compañeros pero, también conocimos el sufrimiento y la ingratitud de algunos”, escribió la activista.
*Antecedentes*
Adriana y Virginia Ortiz García fueron asesinadas la madrugada del miércoles pasado en inmediaciones de su domicilio, en la colonia Francisco I. Madero de la ciudad de Oaxaca.
Las mujeres fueron interceptadas por sicarios cuando viajaban a bordo de un taxi del sitio Alameda, cuyo conductor resultó lesionado.
Los hechos ocurrieron en intersección de las calles Libertad y Venustiano Carranza, cerca de riberas del Atoyac.
*“Condiciones para el pueblo no han cambiado”, acusa organización*
Por su parte, la Coordinadora Contra la Represión y por la Justicia acusó que “en el actual escenario político nacional, podemos entender que las condiciones para los trabajadores y los pueblos no han cambiado con los nuevos gobiernos”.
Ante ello, resaltó la necesidad de “construir espacios unitarios que enfrenten la política de Estado, en su vertiente institucional y no institucional”.
“La violencia contra los movimientos sociales sigue y crece a pesar de los discursos de ‘transformación’. Las recientes ejecuciones extrajudiciales de las hermanas Adriana y Virginia Ortiz en Oaxaca; y del Pbro. Marcelo Pérez Pérez en San Cristóbal de las Casas, son el reflejo de lo mencionado.
“Bajo esas premisas, es necesario el fortalecimiento de las luchas unitarias a nivel nacional. Reconocemos el papel de avanzada que juega la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación como aglutinador de las luchas actuales; es por ello que hemos decidido formar parte activa de este referente de la Conferencia de la Resistencias”, indicó la agrupación.
En ese sentido, refirió que “desde Oaxaca, aportaremos en la medida de las condiciones para lograr que la unidad política y de la acción se refleje en la lucha callejera”.
La Coordinadora contra la Represión es conformada por el Comité de Victimas por Justicia y Verdad 19 de junio (COVIC Nochixtlán), el Comité de Víctimas y Familiares Ikoots de la Masacre de San Mateo del Mar, el Bloque Comunitario del Sur, el Colectivo Subterráneos, el Consejo Nacional de Pueblos en Lucha (CNPL) y el Movimiento de Acción Social (MAS).
Asimismo, el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT), la Organización Magisterial Popular Independiente (OMPI) y la Unión de Artesanos y Comerciantes Oaxaqueños en Lucha (UACOL).