La desaparición de personas en Oaxaca ha registrado un aumento en los últimos dos años, y con cifras hasta el 16 de mayo de 2024, 734 personas permanecen como desaparecidas, reconoce en un informe el Congreso del Estado; la entidad, además, se encuentra entre los 10 estados del país con el mayor número de desapariciones.
De acuerdo con el Centro de Estudios de las Mujeres y Paridad de Género (Cempag) del Congreso local, Oaxaca registró 418 personas en 2022, en 2023 la cifra aumentó a 620 personas y para el 16 de mayo de 2024 sumó 734 desapariciones. De estas cifras 139 de las personas desaparecidas en 2022, 220 en 2023 y 256 hasta mayo de 2024, fueron niñas y mujeres.
Por rango de edad de las personas desaparecidas durante mayo 2023 – mayo 2024, el 60.82 por ciento de los casos de personas desaparecidas y no localizadas se encuentra en el rango de edad entre los 15 y 39 años.
“De igual forma, se puede apreciar un incremento gradual de los casos, pues en 2023 se contabilizaron 60 desapariciones de personas entre 15 y 19 años. Mientras que, para mayo de 2024, la cifra fue de 108 personas en el mismo rango de edad. Cabe resaltar, que en lo que va del 2024 las cifras de personas desaparecidas van en aumento en comparación con el año anterior”, agrega el informe.
En lo que se refiere a las desapariciones en Oaxaca, el Cempag señala que según el Informe Estatal de Personas desaparecidas del IMDHD (2024), se han contabilizado 272 hombres y 139 mujeres en 2022.
Mientras que, para 2023 se hablaron de 393 hombres y 220 mujeres, en comparación con el año actual, en el que se han registrado 468 hombres desaparecidos y 255 mujeres desaparecidas. De las cuales, aproximadamente el 22.35% de los casos de mujeres desaparecidas y no localizadas están en el rango de edad entre los 15 y 19 años, rango de edad del que para mayo de 2023 fueron contabilizadas 27 mujeres desaparecidas.
Para el 16 de mayo de 2024, 129 personas tenían menos de 18 años cuando fueron desaparecidas, siendo la mayoría niñas, exactamente el 54.26 por ciento. “Tal como se ha podido observar, los casos en Oaxaca han ido en aumento cada año, siendo el año en transcurso el que ha tenido las cifras mayores hasta mayo del 2024”.
Entre los municipios con más desapariciones de personas en el estado están Oaxaca de Juárez, Tuxtepec, Xoxocotlán, Santa Lucía del Camino y Loma Bonita.
Ante este contexto, advierte el informe del Congreso de Oaxaca, en el estado se han creado múltiples colectivos de búsqueda organizado por familiares con el deseo de descubrir la verdad de los hechos esto como resultado de la nula respuesta institucional, pues algunos argumentan el incumplimiento de sus derechos al negarles el acceso a las carpetas de investigación.
“Sin lugar a dudas esta situación se agrava en virtud de que en el Estado no cuenta con una Fiscalía Especializada en la materia, siendo atendidos los casos en la Vicefiscalía General de Atención a Víctimas y a la Sociedad; por otro lado, la Comisión Estatal de Atención Integral a Víctimas de Oaxaca recientemente, el 08 de agosto de 2023, fue puesta en operación, además de que aún no contamos con una Ley Estatal de Declaración Especial de Ausencia para Personas Desaparecidas, que robustezca la protección de los derechos humanos y tampoco contamos con un laboratorio adecuado para la identificación de restos humanos”.
El Cempag también señala que el estado tampoco cuenta con un indicador gubernamental que estudie y cuantifique la desaparición de personas según su naturaleza, pues las estadísticas estatales engloban la desaparición de forma general.
“Esto representa una limitante para el desarrollo de investigaciones sobre la situación actual del Estado en ese tema, pues las cifras pueden presentar cierto margen de error al no diferenciar el problema de acuerdo si las desapariciones son forzadas o cometidas por particulares, lo cual impide el desarrollo de políticas públicas que prioricen ambos problemas según sus propias particularidades y por ende, su adecuada atención”.
El Centro de Estudios del Congreso local reitera que las desapariciones de personas han ido en aumento, y aunque no se reportan datos específicos que diferencien la naturaleza de las desapariciones entre las que han sido forzadas o por particulares, “no hay duda alguna de que la expansión del crimen organizado en nuestro país ha generado una dinámica de violencia y disputa territorial que ha impactado directamente en la seguridad de la población civil”.
Además de la vulnerabilidad que ha generado la marginación y desigualdad en varios sectores de la población.