Oaxaca es la cuarta entidad del país que tuvo una mayor reducción en su autonomía fiscal, es decir, en la generación de ingresos propios, entre los años 2015 y 2023; esto, ha provocado que aumente su dependencia de la asignación de recursos de la Federación, según un informe del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO).
En este periodo, la autonomía fiscal del estado cayó hasta un menos 2.4 por ciento, por debajo de los estados de Aguascalientes, Ciudad de México y Guanajuato.
En Baja California Sur, Zacatecas y Chiapas, se observó el mayor aumento de su autonomía fiscal como resultado de un crecimiento de más de 93.6% de sus ingresos propios. Los cambios en las proporciones de los ingresos propios fueron Baja California Sur de 5.2% a 12.9%, Zacatecas de 5.0% a 10.8% y Chiapas de6.8% a 12.3%.
Por el contrario, Guanajuato, la Ciudad de México y Aguascalientes tuvieron la mayor reducción de su autonomía fiscal al presentar caídas de más de (-)14.6% en los ingresos que generaron por cuenta propia, como Guanajuato que pasó de 21% a 14.1%, Ciudad de México de 49.9% a 43.3% y Aguascalientes de 14.0% a 11.2%.
En el año 2023 la autonomía fiscal del gobierno de Oaxaca se situó en un 5 por ciento, es decir, la segunda entidad con la menor generación de ingresos propios sólo por debajo de Guerrero, que apenas genera un 2.7 por ciento.
El IMCO explica que, aunque los recursos obtenidos por los estados a partir de impuestos, derechos y otras contribuciones se incrementaron 8.3% en términos reales en los últimos nueve años, de 2015 a 2023, su participación en los ingresos totales –también conocida como autonomía fiscal– se mantuvo prácticamente sin cambios durante este periodo, al pasar de 15.4% en 2015 a 15.5% en 2023.
En otras palabras, asegura que persiste una elevada dependencia de los gobiernos estatales frente a la Federación porque 81.2% de sus ingresos provino de este orden de gobierno en el año 2023.
En 2023, los gobiernos de las 32 entidades federativas obtuvieron ingresos por un total de 2.97 billones de pesos.
De este monto, solo 15.5% o 460.3 mil millones de pesos fue generado por las propias entidades a través de contribuciones como impuestos, derechos, productos, aprovechamientos, ventas de bienes y servicios, entre otras. En particular, los impuestos que ascienden 256.4 mil millones de pesos contribuyeron con la mitad, 55.7%, de los ingresos propios y menos de una décima parte, 8.6%, de los ingresos totales.
En contraste, 81.2% o 2.41 billones de pesos de los recursos estatales corresponden a transferencias del Gobierno Federal, tanto etiquetadas como las aportaciones del Ramo 33, como no etiquetadas, las participaciones del Ramo 28. Finalmente, dice, 3.3% o 96.8 mil millones de pesos provino de la contratación de deuda pública.
“Si se excluye del análisis a la Ciudad de México, que tiene un régimen jurídico distinto al del resto de las entidades federativas del país al cobrar de manera centralizada impuestos como el predial, la participación de los recursos federales en los ingresos de los 31 estados restantes se incrementa al 83.8% y la de los ingresos propios se reduce al 12.7%; el promedio de las 31 entidades es de 12.2%.
“Aunque esta proporción refleja la limitada autonomía fiscal de las entidades federativas en general, existen diferencias marcadas entre ellas. Estas diferencias reflejan la dinámica de sus economías, el aprovechamiento de sus facultades tributarias y su capacidad recaudatoria”.
El IMCO aclara que la limitada autonomía fiscal y dependencia de los gobiernos estatales hacia los recursos provenientes de la Federación no se puede atribuir exclusivamente a sus acotadas facultades tributarias.
Muestra de ello, apunta, es el hecho de que en 2023, sólo 16 entidades cobraron el impuesto estatal sobre tenencia o uso de vehículos, y únicamente 15 el impuesto a la venta final de bebidas con contenido alcohólico.
“Ante las necesidades crecientes de una población en aumento, es necesario que los gobiernos estatales aprovechen a cabalidad las facultades con las que cuentan de acuerdo con el arreglo fiscal vigente. De esta forma, podrán ampliar su espacio fiscal al contar con mayores ingresos de libre disposición e incrementar la provisión de bienes y servicios públicos, al tiempo que reducen su vulnerabilidad frente a las transferencias del Gobierno Federal”.