La directora país de Hunger Project México, Montserrat Salazar, aseguró que nueve de cada 10 niños y niñas en Oaxaca están en riesgo de caer en inseguridad alimentaria debido a las condiciones de pobreza en la que viven la mayoría de las familias del estado.
En la entidad oaxaqueña, agregó, de los 570 municipios que conforman el estado, 433 se consideran de atención prioritaria.
Pero afirmó que no sólo se trata de la provisión de alimentos, sino también de una serie de derechos que carecen las familias. Además, dijo que está la feminización de la pobreza “que es la punta del iceberg”.
La activista opinó que se debe trabajar en lograr que los municipios del estado sean autosuficientes y que en su propia autonomía logren transformaciones locales y establezcan agendas de desarrollo en función de las necesidades de cada uno de ellos.
“Un ejemplo muy básico es que en los municipios donde está el triángulo rojo necesitan escuelas o centros de salud, y al hacer un análisis mucho más profundo y comunitario y sobre todo un estudio con ellas y con ellos, descubren que la alimentación que tienen puede ser complementada con las plantas y con los alimentos que los rodean”.
Montserrat Salazar desmitificó el llamado “plato del buen comer”, el cual es con el que quieren alimentar a todo el país, y sostuvo que cada comunidad debe establecer su alimentación con base a aquellos alimentos que es capaz de producir o generar.
“Tenemos 433 municipios que queremos y buscamos que sean autosuficientes y la autosuficiencia ligada a los sistemas alimentarios justos, sostenibles y accesibles… Un municipio autosuficiente tendría que poder visualizar y fincar sus transformaciones locales y sus agendas de desarrollo con en función de lo que ellas y ellos están viendo que hace falta. Pueden ir descubriendo qué pueden producir y cómo lograr su autosuficiencia”.
La directora país de Hunger Project México advirtió además que algunas comunidades de extrema pobreza también están experimentando la presencia del crimen organizado, y se ven obligados a hacer cambios en sus tierras de siembra; otros, viven el fenómeno del tránsito de migrantes.
Y agregó que los programas sociales del Gobierno federal en los que se otorgan pensiones, becas u otros apoyos económicos, podrían estar “matizando” la pobreza porque cuánto de ese dinero que reciben lo están destinando a alimentos, a la vivienda o a la salud; en consecuencia, sigue siendo lo mismo, porque no alcanza a cubrir al menos dos canastas básicas alimentarias, que es lo mínimo para que familia tenga seguridad alimentaria.