El Colegio Académico de Profesionales en Arquitectura del Estado (CAPCEO) y el director de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), Javier Martínez Marín, se pronunciaron en contra del proyecto de demolición y construcción de un nuevo estadio para el equipo de béisbol de los Guerreros, propiedad del empresario Alfredo Harp Helú, por atentar contra el patrimonio cultural de la entidad.
Martínez Marín, a través de un escrito dirigido a la Rectoría de la UABJO, afirmó que la demolición del Estadio y la construcción de uno nuevo no sólo elimina un edificio de valor artístico (Art Decó) declarado como parte de la historia de la arquitectura Oaxaqueña y del patrimonio moderno del país, sino que, toma el predio lateral, ampliando por completo el área de una edificación cuya función en poco contribuye a la academia, a la investigación y a la cultura que son los fundamentos de la Máxima Casa de Estudios de un Estado.
El proyecto del nuevo estadio, denunció, se trata de un multimillonario edificio que está más relacionado al negocio, al turismo, a la afición de una persona, que a tres mil docentes y veintitrés mil estudiantes.
“El problema en estos momentos ya no es sólo la toma de un patrimonio universitario por cinco décadas, la destrucción total de un edificio de valor artístico, la protección de quien entregó dicho patrimonio, sino el hecho de que se tomará por completo uno de los últimos predios que la Universidad tiene”.
Este terreno, dijo, puede ser utilizado para construir un edificio donde se formen nuevos profesionistas donde se realicen investigaciones a favor de la sociedad, donde se fomente el arte y la cultura todos los días del año y no sólo por temporadas.
“Hoy se construirá un edificio en toda la manzana, se pondrá al servicio no del deporte sino del espectáculo comercial, hoy ha iniciado otro triste capítulo en la Máxima Casa de Estudios de los oaxaqueños, esa que varios declaran hipócritamente amar y agradecer, pero que en los hechos insultan”.
El directivo universitario condenó que el silencio y ensimismamiento “nos harán cómplices e indignos herederos de grandes universitarios”.
Martínez Marín señaló que si no se tiene la capacidad jurídica, política, financiera y moral para ampararse ante lo que está sucediendo, si no se está obteniendo otros edificios o predios que indemnicen este despojo abusivo, al menos se tenga la decencia de presentar el proyecto a la máxima autoridad universitaria.
Lo anterior, “para que cada uno pase a la historia de la Universidad como un defensor o como un cobarde que no cuestionó, ni enfrentó este pedante proyecto, que aunque promete en cincuenta años ser entregado a la universidad (si es que sucede) poco en verdad le servirá a la esencia universitaria que es la academia, la investigación y la cultura tener un elefante blanco que rentar para la venta de gorras, papas y cerveza de un sector de la población que al parecer poco le importa la formación de las futuras generaciones como profesionistas, como médicos, contadores, abogados, arquitectos como universitarios, como contribuidores de su sociedad”.
El CAPCEO, por su parte, solicitó que, en un plazo no mayor de cinco días hábiles, el Rector de la Universidad Benito Juárez de Oaxaca, la Fundación Alfredo Harp Helú, la Secretaria de Desarrollo Urbano Municipal y la Dirección de planeación urbana del gobierno del estado, instalen una mesa de concertación, atención y solución a sus demandas invitando al INBAL a que se sume para defender este edificio icono de la ciudad.
También demandó que la mesa de concertación, atención y solución sea amplia entre la representación de las organizaciones artísticas, culturales y arquitectónicas de la ciudad de Oaxaca de Juárez.
“Por lo anterior exhortamos a la Fundación a que haga autocrítica del proyecto en cuestión y descubra las implicaciones negativas que éste tiene en relación con el funcionamiento de las cuestiones urbanas e identitarias de Oaxaca.
“Estamos absolutamente dispuestos a dialogar con nuestras autoridades. El interés que nos motiva es el de mantener y preservar los valores culturales y la defensa de sus aportaciones patrimoniales a la riqueza artística y arquitectónica de nuestra nación”.
De acuerdo con el CAPCEO, el estadio “Eduardo Vasconcelos” es una de las piezas arquitectónicas iconográficas y referencia obligada de una época, no sólo en este estado de la República, sino en todo el país, la corriente artística moderna y la denominada “Art Decó”, de la cual forma parte este edificio emblemático.
A pesar de ello, denunció que en los últimos treinta años, de manera inexplicable y como una decisión unilateral, se han venido realizando modificaciones a la fachada y a la estructura que desvirtúan el diseño original y rompen con la percepción armónica del espacio que ocupa.
“Es por ello que, ante la actitud de ignorar nuestras peticiones que documentadamente en tiempo y forma hemos hecho saber a diversas autoridades y que esta se suma a la queja presentada hace unos días por la Facultad de Arquitectura 5 de mayo de la UABJO”.