La construcción de la planta de producción de hidrógeno verde y amoniaco de la empresa Helax Istmo en Ciudad Ixtepec pone en riesgo cerros y tierras de uso común, causará afectaciones a los flujos de agua subterráneos y escurrimientos superficiales, la remoción de una gran cobertura vegetal, la deforestación de gran número de hectáreas y la desaparición de tierras de cultivo, entre otros daños.
Lo anterior, según, un estudio realizado por GEOComunes, un colectivo que acompaña a las organizaciones de base rurales y urbanas en la lucha por la defensa territorial y en el fortalecimiento de su autodeterminación, a partir de la realización de investigación y cartografía colaborativa para la defensa de los bienes comunes.
GEOComunes explica que el proyecto de la empresa Helax Istmo, subsidiaria de Copenhagen Infrastructure Partners (CIP), pretende producir hidrógeno “verde”; pero comprende un conjunto de proyectos relacionados que amenazan un territorio mucho más amplio que las 413 hectáreas del predio que fueron expropiadas en febrero del 2023 a los bienes comunales de Ciudad Ixtepec.
El colectivo señala la producción de hidrógeno verde a gran escala requiere de grandes cantidades de electricidad y agua para realizar la electrólisis, que es el proceso con el que se separan el oxígeno y el hidrógeno de las moléculas de agua.
Para conseguir la electricidad necesaria, se podría pensar que se intentará aprovechar parte de la generación eléctrica de los 29 parques eólicos que ya operan en la región, y que han afectado a más de 31 mil hectáreas de los bienes comunales de Juchitán y sus anexos, así como de los ejidos de La Mata, Santo Domingo y anexos, La ventosa y La venta. Sin embargo, esto no es así, porque la empresa pretende desarrollar nuevos proyectos de generación eléctrica dentro de una región actualmente bastante saturada de los mismos.
Helax Istmo tiene planeado instalar 190 nuevos aerogeneradores, con una capacidad total de 855 MW, en una superficie de 25 mil hectáreas de las tierras Ciudad Ixtepec, Chivela y Santiago Ixtaltepec, un proyecto que se sumaría a los 1 mil 586 aerogeneradores que ya están en operación en la zona. La Asamblea de Bienes Comunales de Ciudad Ixtepec concedió la ocupación previa de 5 mil 500 hectáreas de sus tierras de uso común para realizar estudios de viabilidad para la instalación de un parque eólico.
“Este parque eólico representa ahora un nuevo riesgo para los cerros y las tierras de uso común del territorio ixtepecano. La instalación de los aerogeneradores implica excavar en el subsuelo para colocar una base de hormigón de alrededor de 1 200 toneladas por cada turbina de 3 MW, lo que generará modificaciones a los flujos de agua subterránea escurrimientos superficiales que se encuentran en la zona de los cerros y que abastecen a los pozos de los ranchos y de los siete pozos principales que brindan el agua potable a todo Ixtepec”.
Además, GEOComunes recuerda que a inicios de 2024, representantes de Helax indicaron a ejidatarios de San Pedro Comitancillo que querían instalar un parque fotovoltáico que sería el más grande impulsado en el país, abarcando 3 mil 75 hectáreas, todas ellas sobre las tierras más productivas del ejido y que, en total, abarcaría el 40 por de la superficie total del núcleo agrario. También pretende construir proyectos fotovoltaicos en Asunción Ixtaltepec.
El colectivo advierte que para la instalación de paneles solares se requiere la remoción de toda la cobertura vegetal, lo que conlleva la modificación del terreno, deforestación y la desaparición de los usos de suelo anteriores. Y la mayor parte de los terrenos donde se pretende instalar el parque son parcelas agrícolas y pecuarias y este desmonte también afectaría zonas de selva baja espinosa caducifolia.
Adicionalmente, se afectará la ruta de las aves y la fauna, y la diversidad biológica en los municipios implicados en este proyecto que supera las mil 150 especies, de las cuales al menos 51 se encuentran en alguna categoría de la Norma Oficial Mexicana 059 por lo que requieren atención especial para su conservación.
En el componente fotovoltáico del proyecto de producción de hidrógeno verde, según GEOComunes, se verán afectados varios canales de irrigación que están en la zona del proyecto, así como por los efectos que la remoción de suelo y pérdida de cobertura forestal podría tener al reducir las recargas de agua en el subsuelo, afectando los pozos de las comunidades cercanas.
“La ocupación de grandes superficies de tierras agrícolas para proyectos de este tipo implica a mediano o largo plazo afectaciones significativas para la autonomía de los pueblos y comunidades agrarias, debido a la restricción del paso que conlleva y por la enajenación de tierras colectivas por contratos de renta de 20 o 30 años, todo lo cual afecta directamente la soberanía alimentaria de la región por la pérdida de tierras agrícolas y ganaderas, así como la afectación sobre la identidad de estas comunidades binnizá y campesinas”.
Por el gran consumo de agua que se requiere para la producción de hidrógeno verde, la empresa prevé la construcción de una planta desalinizadora cerca del puerto de Salina Cruz con una capacidad de desalinización de 2 mil 400 toneladas de agua del mar al día, y la construcción de un ducto de 50 kilómetros para llevar el agua desalinizada hasta la planta de hidrógeno en Ciudad Ixtepec.
Sin embargo, el colectivo asegura que el proceso de desalinización del agua conlleva una serie de impactos. La captación de agua del mar puede generar el arrastre y la mortalidad de organismos marítimos. El proceso de desalinización por medio de osmosis reversa tiene un alto costo energético, ya que en promedio requiere entre 5 y 9 KWh de electricidad por cada metro cúbico de agua procesado.
Asimismo, señala que la reintroducción al mar de esas salmueras concentradas en sal y químicos puede ser tóxica para las especies marítimas, afectando los ecosistemas y de manera indirecta la pesca tradicional.
“En la conferencia presidencial del 18 de julio del 2024, durante la presentación del proyecto se mencionó que, además de la planta desalinizadora, el proyecto de Helax hará uso de un aprovechamiento de agua subterránea para abastecer a la planta de hidrógeno.
“Si bien las autoridades se apresuraron a asegurar que no afectará a las comunidades, lo cierto es que no hubo mayores detalles sobre la posible ubicación de este pozo, ni sobre los volúmenes de agua previstos a extraer en el acuífero Tehuantepec, dejando latente la amenaza para los ojos de agua cercanos a la ubicación de la planta”.
GEOComunes menciona que hasta la fecha, tampoco hay información sobre el volumen de agua que se proyecta será necesario para la producción de hidrógeno, “lo cual hace inverosímiles las afirmaciones que aseguran que no habrá afectaciones en las fuentes de agua local”.